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Aller. Vista desde el Pico la Llomba con San Isidro a la derecha de la salida del remonte La Llomba.
Lo impulsores de Fuentes de Invierno entiende que su viabilidad pasa por la fusión con San Isidro

Lo impulsores de Fuentes de Invierno entiende que su viabilidad pasa por la fusión con San Isidro

La estación asturiana cumple una década y en sus orígenes encuentra claves para el futuro

ALEJANDRO FUENTE

Domingo, 26 de marzo 2017, 17:57

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«Costó mucho sacar adelante este proyecto». Lo dice quien hace dos décadas quiso sacar a Aller del pozo de la crisis de la reconversión minera mirando a lo alto del concejo, donde la nieve podía dar riqueza. Quien fuera alcalde socialista del concejo, Gabriel Pérez Villalta, recuerda que tuvo mucha «oposición» para crear una estación de esquí justo al lado de otro equipamiento invernal, las pistas leonesas de San Isidro. La próxima semana se cumplen diez años desde que se inauguró el equipamiento. Fue un 31 de marzo de 2007.

«Tuvimos suerte, porque poco antes llegó la nieve», recuerda el director de la instalación, Jorge Fernández Fierro. No obstante, para el responsable el aniversario se cumple el 1 de abril, «que fue cuando se abrió para el público en general». Pérez Villalta destaca que fue un proyecto por el que se luchó durante una década hasta que hacerlo realidad. «Mereció la pena, sin duda; ha supuesto todo un revulsivo económico para todo el concejo, para la comarca del Caudal y hasta para la región». Recuerda que la iniciativa contó con muchas trabas, tanto económicas como políticas dentro de su propio partido. «'Tini' -en referencia a quien era el presidente del Principado, Vicente Álvarez-Areces- no quería esta instalación; eso sí, no dudó en acudir a colocar la primera piedra y al acto de inauguración del recinto», rememora.

De aquello también se acuerda el ex director general de Deportes. Daniel Gutiérrez Granda afirma que la política de su área, entonces, se centraba en invertir en la estación que había en la región, en Valgrande-Pajares, en Lena. «Fue cuando se incorporó el sistema de innivación artificial y nuevos remontes; y es que una estación si no recibe inversiones acaba desapareciendo, y Pajares estaba en muy mal estado y al borde de la clausura». Por eso, cuando llego la propuesta de una nueva estación en Aller la primera reacción fue el rechazo. «Llegaron Villalta y el SOMA con un esbozo, porque eran meros dibujos, de lo que querían; la propuesta era faraónica, algo inmenso, con muchas pistas, un plan para urbanizar la zona y hasta una piscina climatizada. Era algo irrealizable, tanto por el impacto ambiental, en una zona privilegiada, como por su coste, que era inasumible».

Villalta asegura que fue su gran legado como alcalde. «Estoy muy orgulloso de haberlo impulsado; todavía hay vecinos que me lo reconocen por la calle». Pero no fue la propuesta que llevó bajo el brazo la que salió adelante. «Logramos redimensionar el proyecto», apunta Gutiérrez Granda. «Lo que iba a ser algo descomunal fue diseñado hasta dibujar una estación de bolsillo, asumible económicamente y que pudiera ser gestionada de una forma muy ágil». También fue la estación tecnológicamente más avanzada de la época. «La inversión, unos dos mil millones de pesetas de entonces, la aportó el Principado al completo».

La electrificación

Las obras duraron casi tres años «con muchas dificultades», recuerda el antiguo responsable regional. Ambos antiguos responsables públicos coinciden en señalar que la estación se encuentra plenamente consolidada; también que quedan muchas asignaturas pendientes en la instalación, como la electrificación del equipamiento -en la actualidad, los remontes siguen funcionando gracias a generadores-, el sistema de innivación artificial o la fusión con las pistas leonesas de San Isidro. «¿Qué iba a hacer en aquel momento? ¿Decir que no a la estación porque no iba a llegar la electricidad?; decidimos seguir adelante, porque si no, ahora no tendríamos nada», señala el ex regidor.

«Indudablemente el futuro de Fuentes de Invierno pasa por la fusión y una gestión conjunta con San Isidro; en su momento no fue posible, pero no hay alternativa», asegura Gutiérrez Granda. Villalta afirma que la Diputación de León, entonces, fue la administración que más pegas puso a una estación en Aller. «Creían que iba a ser dañina para sus intereses, y levantaron 'muros' para evitar que llegase el tendido eléctrico. Espero que eso se pueda solucionar en breve».

El actual alcalde del concejo, el también socialista David Moreno, asegura que la construcción de la estación de esquí fue todo un acierto. «El tiempo da y quita razones, y en estos diez años se ha demostrado que Fuentes de Invierno es todavía un equipamiento con mucho potencial». Mantiene que a la instalación le queda un largo recorrido de crecimiento. «En su día supuso todo un revulsivo para la creación de nuevos negocios hoteleros, hosteleros y de turismo, generó economía en la comarca y, lo más importante, empleo». Coincide en el análisis actual: «Queda mucho por hacer». Por eso, continúa, «es ahora, que el equipamiento cumple diez años, cuando hay que plantearse hacer mejoras». Se refiere a esa fusión con San Isidro en la parte alta del equipamiento y en la llegada de la electricidad para completar el proyecto original, el redimensionado.

Gutiérrez Granda afirma que ambas estaciones, Fuentes y San Isidro, están condenadas a entenderse en el futuro: «No me arrepiento para nada de haber puesto en marcha esa empresa, pero creo que tanto Fuentes como Pajares precisan de inversiones».

Fusión de estaciones, sí, pero ¿cómo? El actual director (que lo es desde que abrió el recinto) afirma que Fuentes debería de mantener su «actual identidad» aunque se produzca esa fusión con las pistas leonesas, paso que considera imprescindible. «Con la unión se podrá ofrecer un dominio esquiable mayor al usuario con un solo abono o entrada, pero sería positivo que los equipamientos tuvieron su funcionamiento autónomo». Lo ideal, continúa, es que el esquiador tenga la opción de elegir las pistas «de toda una oferta conjunta».

Crecimiento constante

Fuentes de Invierno cerró la temporada anterior con una afluencia total de 37.338 usuarios; por su parte, en Valgrande ascendieron a 44.659. Pero también el dominio esquiable que ofrecen es completamente diferente. Aller suma 8,7 kilómetros de pistas mientas que la veterana estación de Lena oferta 21,5. «Fuentes de Invierno es una instalación muy familiar; hay pistas para los niños y para los adultos que busquen un poco más de dificultad», señala Fernández Fierro. El alcalde allerano, ya como usuario, declara que se trata de una estación «muy alpina y con una amplia oferta de servicios. Además, el paisaje es inmejorable».

Fernández Fierro adelanta que se están preparando actividades para celebrar la década de vida de Fuentes para el sábado 1 de abril; recuerda que fue un día «espléndido», con nieve y soleado. La estación estuvo abierta unos 20 días sin cobrar al usuario para dar a conocer las instalaciones. Después, la primera temporada oficial -2007-08- fue «realmente mala», sin apenas nieve y con mucho sol.

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