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Recreación del Mirador de Los Beyos.
Tres balcones a la naturaleza

Tres balcones a la naturaleza

El programa de Infraestructuras Turísticas en Espacios Naturales de la Consejería de Medio Ambiente avanza tres actuaciones en marcha en la provincia de León

leonoticias

Domingo, 12 de marzo 2017, 20:03

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Dentro de las actuaciones a realizar en el apartado denominado 'Red de miradores', se llevará a cabo la construcción de dos miradores: uno en Piedrashitas y otro en Puerto de Panderueda (Picos de Europa).

Con respecto a las actuaciones singulares, León contará con el 'Parque de Aventuras en equipamientos mineros', las Pasarelas Flotantes en el Desfiladero de Los Beyos (Picos de Europa), el Trineo en Leitariegos, la Vía Ferrata en Babia y Luna, el Humedal en Boca de Huérgano, diversas infraestructuras en el embalse de Riaño y la restauración de una mina de interior para visitas turísticas.

El tercer capítulo, el de alojamientos singulares, mira a la provincia con la construcción del Camping/Glamping en embalse de Luna y la reconstrucción del Palacio de los Allende en Burón (Picos de Europa).

De todos ellos, la Consejería de Medio Ambiente ha dado a conocer tres de los proyectos que llevará a cabo. Estos son el Palacio de los Allende en Burón, el Mirador de Panderrueda y las Pasarelas Flotantes en el Desfiladero de Los Beyos.

Palacio de los Allende en Burón

Fruto de la prosperidad de uno de los descendientes de la villa de Burón, don Tomás de Allende y Alonso, emigrado a Bilbao y Madrid; industrial, banquero, político y filántropo, que nunca dejó de visitar su Burón natal, en donde quiso construir su casa solariega para pasar los veranos.

En 1915 levantó el Palacio, en él disfrutó de su pueblo hasta su muerte en 1935, y a él siguieron acudiendo sus descendientes. El edificio sufrió un incendio devastador en el año 1973, que devoró cubiertas y estructuras de madera, dejando en pie solamente los muros pétreos hasta el momento de su desmontaje, realizado in extremis, durante los meses de julio a septiembre de 1990.

Fue proyectado por el arquitecto Manuel de Cárdenas Pastor, que desarrolló en León una parte importante de su trabajo. Realiza un edificio de índole historicista inspirado en el palacio renacentista de la Merindad o de los Gómez de Caso, cuyos restos se conservan en la villa. Sigue las pautas arquitectónicas marcadas por Cárdenas en otra serie de edificios de la época en la que fluctúa entre los historicismos neo-renacentistas y neo-barrocos, con inclusión a veces de elementos modernistas.

Las circunstancias de los trabajos de su desmonte fueron especialmente delicadas, con una comarca soliviantada por la trágica situación y por la terrible y vergonzante forma de llevar a cabo el desalojo y arrasamiento de los pueblos afectados. La edificación se "salva" al estar señalada en un listado entregado por la Delegación Territorial de Cultura en diciembre de 1986 al entonces Gobierno Civil y a la Confederación Hidrográfica del Duero. Los restos serían acopiados en una parcela en previsión de su reconstrucción a corto plazo.

Así se hará

La especial historia que acompaña a los restos del palacio, hacen que su recuperación deba concretar un compromiso adquirido de remonte de una obra arquitectónica, cuyo valor trasciende a su baremación artística y se convierte en objeto de evocación.

Por un lado ha de atender al tratamiento y recomposición del objeto material, e integrarlo en un organismo más amplio y complejo que dé respuesta formal y funcional a los requerimientos actuales, y por otra parte, se ha de trabar y conformar como parte del lugar de implantación, con excepcionales valores naturales y paisajísticos. La obra arquitectónica no puede suponer una acción que distorsione, perturbe gravemente y menoscabe el valor del propio medio natural para el que se plantea realizar, divulgar o poner en valor.

Con esas intenciones, la obra arquitectónica de recuperación del palacio se plantea como una geoda, con un haz y un envés, que trasluzca y diferencie claramente una doble naturaleza de la envolvente.

A partir de la pronunciada orografía de la implantación que obliga a utilizar las laderas de la península, se plantea un cuerpo cuasi enterrado, maclado con el terreno agreste circundante, con carácter fuertemente tectónico que lo mimetizará con la roca y vegetación. En él se dispondrá una parte importante del programa previsto, y servirá de basamento aterrazado y mirador sobre el que se vuelca la planta noble del palacio.

La intención es que este cuerpo se integre en el terraplén, con un acabado superior vegetal y pétreo, graduando la escala del conjunto, que quedaría protagonizada por el cuerpo del antiguo palacio, procurando limitar la distorsión sobre el medio natural tanto por escala como por encaje en la ladera.

Piedra y madera han sido secularmente los materiales constructivos de la zona, elementos naturales que no requieren industrialización y que se regeneran o son reutilizables. La construcción y arquitectura sostenibles parten de la utilización racional de las técnicas y elementos que proporciona el medio inmediato. Estos materiales básicos, se combinarán con el uso de aislantes naturales, utilizables también como acabados. La orientación y estructura de la envolvente, además del encaje de una parte importante de la construcción bajo el terreno, nos proporcionarán una edificación con un nivel de eficiencia energética muy alto, y la cantidad casi nula de energía requerida procederá en gran medida de fuentes renovables producidas en su entorno.

Mirador de Panderrueda

Partiendo de la sólida plataforma de hormigón existente, una estructura ligera y esbelta se aventura sobre el abismo que presenta el terreno natural. La sensación del visitante será la de sobrevolar el valle de Valdeón, expuesto al panorama de cordilleras que forman el horizonte.

El mirador existente de Piedrashitas es una plataforma escalonada a 1.500 metros de altitud sobre el valle de Valdeón. Diseñado por el Arquitecto Gabriel Delgado López, fue inaugurado por Francisco Franco el 22 de mayo de 1967.

Ofrece una vista panorámica de las murallas rocosas del macizo occidental: Torre Bermeja a la cabeza, a la izquierda de la panorámica, y las del central, con Torre del Friero en primer término.

Composición

La idea inicial de este mirador es la de potenciar el impacto del panorama. El visitante se aleja de la tierra firme y se mete dentro de la vista, convirtiéndose en parte de ella. Se abre el ángulo de visión y desaparece la sensación de seguridad y protección que proporcionaba la solidez del antiguo mirador. Un recorrido de 30m sobre un suelo semitransparente de Tramex, con una ligera inclinación hacia arriba, lleva al visitante a un punto a 45m de altura con respecto al terreno natural, donde se encontrará protegido solamente por una barandilla de vidrio. El hecho de que nuestra percepción de alturas es engañosa y tiende a ser mayor que la percepción de distancias horizontales, creará la sensación de estar más inmerso en la monumentalidad del paisaje y del cielo, y más apartado del suelo. La mayor exposición al viento aumentará esta sensación. Con todo esto, pisar el nuevo mirador y más aún colocarse en el extremo final, será toda una aventura vertiginosa, aunque completamente libre de peligro.

El concepto estructural se puede resumir en una ecuación de máxima distancia y mínimo peso propio. La altura en el extremo de la pasarela equivale a la de un edificio de 15 plantas, mientras sus únicas ataduras son los dos finos apoyos que buscan el terreno rocoso, y los puntos de anclaje que la unen con la plataforma existente, manteniéndola en equilibrio.

Tanto como su gesto es grande y audaz, su estructura es minimalista y humilde ante el espectáculo natural. Hecho enteramente de acero Cortén, su mantenimiento será mínimo, y su color destacará muy discretamente en el paisaje arbolado. El conjunto de la barandilla, formada por paneles de vidrio laminado sin montantes ni pasamanos, y el pavimento de celosías de Tramex de acero Cortén, que deja libre la vista hacia abajo, aumentará la exposición del visitante al impacto de la vistas en todas las perspectivas y la sensación de vértigo.

El estado actual del sitio está dominado por el mirador existente, una obra del año 1967 hecha de hormigón armado que requiere obras de restauración en varios puntos. Más allá del límite de esta plataforma, el terreno baja bruscamente en una pendiente difícilmente accesible. El proyecto del nuevo mirador parte de la idea de conservar el mirador existente, convirtiéndolo en acceso y punto de anclaje. A partir de ahí, la intervención se resolverá con elementos prefabricados que se ensamblan in situ, y dos puntos de cimentación en los que se apoyen los dos pilares que soportan la plataforma.

Tanto la construcción como su futuro desmontaje se podrán realizar con un mínimo impacto medioambiental. La extrema limitación de materiales y su separación limpia en cada fase del proceso son factores importantes en la gestión ambiental del proyecto. El acero Cortén es un material con círculo de vida cerrado: es reciclable al 100% sin pérdida de calidad. Esto lo convierte en el único material de construcción que no genera residuo ninguno. El hecho de no necesitar ni protección de superficie ni mantenimiento no solo baja considerablemente los costes sino también garantiza la ausencia de sustancias tóxicas.

El mirador nuevo en sí no presenta obstáculo alguno para personas con movilidad reducida.

La estructura existente y el camino de acceso desde el aparcamiento en el puerto de Panderruedas podrían ser adaptados mediante intervenciones para suavizar pendientes y salvar escalones existentes.

Senda de los Beyos

El Desfiladero de Los Beyos se inicia en el término municipal de Oseja de Sajambre, incluido en la vertiente leonesa del Parque Nacional de Los Picos de Europa.

La parte del Desfiladero de Los Beyos que se emplaza dentro de Comunidad Autónoma de Castilla y León, presenta una longitud aproximada de 5 Km., iniciándose en el paraje de

Cobarcil y finalizando en el Puente Angoyo, elemento que sirve además, como divisorio con la comunidad autónoma del Principado de Asturias.

Este desfiladero es un profundo cañón fluvial de la Cordillera Cantábrica, por el que discurren las aguas del río Sella, erosionando a su paso la roca calcárea, y creando así, un cauce natural de agua zigzagueante flanqueada por elevadas paredes rocosas que se alzan en más de mil metros de altura por encima de ese torrente natural. La diversidad de elementos vegetales que cubren estas paredes, ofrecen en su conjunto un interesante mosaico vegetal, con una mezcla de especies mediterráneas y atlánticas.

En la mayoría de su trazado, discurre de forma paralela lo que hoy en día es la Carretera Nacional 625, Mansilla de las Mulas- Arriondas, pero que en su día, fue gran parte de un camino peonil denominado Camino del Beyo, que en el año 1665, Pedro Díaz de Oseja, Arcediano de Villaviciosa en la Iglesia de Oviedo, destinó parte de su fortuna para rehacer dicho camino con la ayuda de los vecinos del actual municipio de Oseja de Sajambre, desarrollándose dichos trabajos en varias etapas que se extendieron a lo largo de la segunda mitad del siglo XVII y primer tercio del siglo XVIII.

La idea

La idea es materializar un itinerario lineal para tránsito peatonal, que sea sostenible desde el punto de vista medioambiental, seguro para los usuarios, divertido, original, y que no conlleve a un esfuerzo físico importante por parte del usuario, siendo de este modo accesible a personas de cualquier rango de edad.

Discurrirá entre la localidad de Ribota (León) y el Puente Pansomina", el cual permite salvar a la Carretera N-625 el río Sella. Presentará una longitud de 2,3 Km. y una anchura de 1,20 metros en la mayor parte de su trazado. Su primera parte, con una longitud cercana a los 800 metros, será coincidente con un camino ancestral que nos permitirá captar la riqueza paisajística, geológica, y en parte del patrimonio cultural, con que cuenta el Valle de Sajambre, ya que discurre de forma próxima a torrentes de agua, afloramientos rocosos entremezclados con elementos arbustivos de formas caprichosas, y construcciones de carácter etnográfico, tal como un lavadero tradicional o un antiguo molino de cereal. Una vez desarrollado ese primer tramo, abocaríamos al comienzo del desfiladero, punto coincidente con la hoy deshabitada "Venta de Cobarcil". Es aquí donde comenzará un itinerario de majestuosa belleza, soportado por una pasarela anclada de forma adosada a la pared vertical que forma uno de los dos márgenes del cañón fluvial. El recorrido, alternará subidas y bajadas, de pendiente moderada, pudiendo llagar a ser escalonadas en puntos concretos, con el fin de adaptar el itinerario a la orografía del terreno. El recorrido contemplará ramales de corta longitud, que permitirán descender incluso a salas abovedadas de verdadera magnitud que han sido formadas por la erosión de la corriente del agua, y permitir captar, las aguas cristalinas y turquesas que caracterizan a ese tramo del rio Sella. El recorrido finalizará en un punto de retorno, a modo de mirador paisajístico en forma balconada y anclado mediante una estructura espacial a las paredes rocosas de ambos márgenes del cañón fluvial.

Los materiales empleados además, minimizarían los costes futuros de mantenimiento y conservación, ya que presentan por un lado gran resistencia al deterioro, y por otro, se hace fácil la sustitución de algún elemento, al estar modulados.

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