Borrar
El tren descarriló en el concejo de Lena, donde quedó parado a la altura de Casorvida.
«El último descarrilamiento genera la nefasta impresión de que el tren es inseguro»

«El último descarrilamiento genera la nefasta impresión de que el tren es inseguro»

El Principado de Asturias insiste en que el ferrocarril es «vital» para la región y en la «urgencia de abrir» la variante al tráfico rodado

alejandro fuente

Domingo, 11 de diciembre 2016, 13:01

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El descarrilamiento de un tren de mercancías -de la empresa Comsa Rail- en la rampa de Pajares la tarde del viernes ha generado algo más que el corte del tráfico ferroviario en la única conexión con la meseta por este medio. Tanto en el Gobierno del Principado como en la plantilla de Renfe la sensación es de preocupación. No en vano, se trata del segundo siniestro de este tipo en menos de tres meses; el 30 de septiembre se salía de la vía un Alvia con 78 pasajeros, todos resultaron ilesos, en el mismo trazado.

La Consejería de Infraestructuras aseguraba ayer que el accidente del viernes «escribe un capítulo más del deterioro estructural que sufre el sistema ferroviario asturiano». El Principado se congratula de que no hubiera daños personales, pero matizó que «se están generando notables trastornos a los usuarios de media y larga distancia con viajes programados por esa vía», usuarios que tuvieron que acabar su viaje en otros medios de transporte.

«En el Gobierno regional no nos resignamos a aceptar que estos lamentables episodios sucedan, haciendo cundir entre empresas y viajeros la nefasta impresión de que el ferrocarril no es un modo fiable de transporte», añaden. En la consejería defendieron que el sistema de trenes «es vital para la economía regional y para el buen funcionamiento del Área Metropolitana de Asturias». Y, remarcaron, «vamos a defenderlo a toda costa exigiendo planes, inversiones y mejoras en su explotación».

Lo sucedido pone también de relieve, insisten en el Principado, «la urgencia en abrir la variante de Pajares al tráfico mixto». Y recuerdan que en la reciente visita a Asturias del ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, fue el presidente regional, Javier Fernández, quien reivindicó su apertura para 2017. Que hay dificultades para ello «ya se sabe, pero la receta también se ha dado: tensión en la gestión de la obra, desde ya y en todos sus frentes. Incidentes como este demuestran la necesidad de cumplir con esa fecha».

Preocupación en el Gobierno regional que comparte el comité de empresa de Renfe por lo que implica este accidente respecto el estado estructural de la rampa de Pajares. «Se trata de una vía que cada vez tiene más tráfico de viajeros y de mercancías. Es preciso garantizar la seguridad en el tránsito de los trenes», afirmaba el presidente de este órgano de representación de los trabajadores, Luis Blanco.

El sindicalista de UGT puntualizaba que un tren no descarrila solo. «Por eso, es imprescindible determinar con rapidez y transparencia las causas del siniestro para evitar sospechas de que este trazado no es seguro para el tránsito de los viajeros». Apuntó que es necesario realizar una buena labor de mantenimiento de la vía. Y, precisó, eso le corresponde al Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif).

Estado de la locomotora

«Pero también hay que tener en cuenta el estado de la locomotora que sufrió el accidente, que es de una empresa privada. Hay que saber si se encontraba en buenas condiciones», dijo.

El tren descarrilado estaba formado por una quincena de vagones repletos de carbón. Había partido de Aboño y se dirigía a Ponferrada. El siniestro se produjo poco antes de las tres y media de la tarde, en el túnel número 62 que se encuentra en la veterana rampa a la altura de la población lenense de Casorvida. El trazado atraviesa el pueblo, por lo que fueron varios los vecinos que vieron al tren circular «a una velocidad muy lenta» en su ascenso.

El colapso de las vías duró cuatro horas y media. A las ocho de la noche ya se había restablecido el tránsito de convoyes. El corte provocó retrasos en el servicio de cuatro Alvia y en un media distancia de Renfe. El más afectado fue el tren procedente de Oropesa, que ya había iniciado el descenso por la rampa. A medio camino, entre las estaciones de Pajares y Puente de los Fierros, se vio obligado a maniobrar para regresar a Busdongo.

Los viajeros del tren -más de 140- fueron trasladados en autobuses a sus estaciones de destinos. Para el resto de trenes afectados ya estaba en marcha un sistema alternativo de transporte por carretera.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios