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a. cubillas
Domingo, 11 de diciembre 2016, 21:37
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En junio de 2006 la Dirección General de Tráfico implantó el conocido como permiso por puntos considerad como un grito histórico en la política preventiva. Una década en la que se han impuesto más de 12 millones de sanciones que conllevaban pérdida de puntos, siendo 200.000 los conductores que han perdido su carnet.
De ellos, apenas el 1% son leoneses. Concretamente, en esta década han sido 2.071 los leoneses a los que se les retiró el permiso de conducir, 1.917 en una ocasión, 148 en dos y seis en tres.
Unos datos que, sin embargo, sitúan a León como la provincia con más infractores por detrás de Valladolid, donde en esta década han perdido el carnet 1.336 conductores, seguido de Burgos (950) y Salamanca (815). En la cola de este ranking se sitúan Soria (259) y Ávila (416).
Un sistema que, a juicio de la DGT, ha logrado reducir notablemente las víctimas en accidentes, pasando de los 60 muertos que se registraron en 2007 a los 10 que se han contabilizado en lo que va de año en las carreteras leonesas.
Un sistema que junto a los radares o controles que habitualmente viene desarrollando la Guardia Civil, lejos de tener un afán recaudatorio, según remarca el director de la DGT en León, Gonzalo León, resultan tremendamente necesarios para concienciar a los usuarios de la vía tantos a vehículos pesados como turismo de la necesidad de cumplimiento normas.
La velocidad, la principal causa de la siniestralidad
En este sentido, el 2015 cerró con un total de 72.000 denuncias interpuestas en las carreteras leoneses, contabilizando 67.814 durante los tres primeros trimestres del año. De ellos, más de la mitad se deben al exceso de la velocidad, la principal causa también de la siniestralidad.
Por detrás, la conducción sin el cinturón y los sistemas de retención (1.599), bajo los efectos de alcohol y drogas (1.431) y el uso de dispositivos móviles (966), que en apenas unos se ha convertido en una de las mayores distracciones de los conductores de León.
De ahí que desde la DGT insistan en las campañas de conducción así como en la necesidad de implantar sistemas de control para reducir la siniestralidad así como la mortalidad en una provincia que cuenta con un censo de 300.000 conductores y que en lo que va de año ha incorporado a cerca de 6.000.
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