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Cata de bodegas Pradorey en el hotel AC Santa Ana.

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Cata de bodegas Pradorey en el hotel AC Santa Ana. Henar Sastre

Tinajas de barro para Pradorey

La bodega sorprendió a los invitados de El Norte con El Buen Alfarero 2016

Martes, 28 de noviembre 2017, 08:35

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La bodega Pradorey vuelve a ser pionera en la Ribera del Duero con la comercialización del primer vino elaborado en tinajas de barro de entre 1.000 y 2.000 litros. La bodega fundada en 1989 por el ingeniero agrónomo y empresario Javier Cremades de Adaro en la Finca Real Sitio de Ventosilla, en el término burgalés de Gumiel de Mercado, donde plantó 520 hectáreas de viñedo, fue pionera en sus día con el lanzamiento del primer tinto roble, después con un rosado muy caído de color y ahora ha dado una vuelta de tuerca a la tecnología para producir un vino a la antigua usanza: sin despalillar, pisado con los pies, criado en tinajas de barro y con bazuqueos continuos para mover el sombrero, según explicó el director general de Pradorey, Fernando Rodríguez de Ribera Cremades.

El Buen Alfarero 2016 sorprendió a los invitados del Club de Catas de El Norte de Castilla por ser un vino limpio y brillante, afrutado y sedoso. Aunque todavía no ha salido al mercado, las 1.614 botellas de este vino se venderán a 120 euros. También en el caso del envase la bodega ha recurrido a una elegante botella con forma de ánfora, un sello en barro y lacrado, que se embotella a mano. El director técnico de Pradorey, Francisco Martín San Juan, explicó que ha ido consiguiendo las grandes tinajas de barro en bodegas de Toledo. El nieto del fundador insistió en que el viraje que dio la bodega en 2015 para que sus vinos sean la expresión del ‘terroir’, las parcelas, las uvas y los suelos, no tiene marcha atrás , y adelantó que ya tienen en proceso otro que se llamará El Aprendiz.

No fue la única sorpresa. La cata empezó con El Cuentista 2015, un vino a la vista blanco elaborado con la variedad tinta tempranillo, el primer ‘blanc de noirs’ (un término francés) de la Ribera del Duero. Las uvas proceden de una de las parcelas de Hoyo Dornajo, uno de los ocho pagos en los que está dividida la finca. El resto son La Mina, Prado del Rey, El Pino, Los Robles, Valdelayegua, Salgüero y La Recorba. Se trata de un vino que en nariz evoca la manzana y frutas blancas con un toque de vainilla de la crianza en barrica de madera durante nueve meses; y en boca es carnoso y graso, gracias a su permanencia sobre lías de verdejo de Rueda. Solo se ha elaborado en las añadas 13, 15 y 17.

También se cató el nuevo Finca Valdelayegua 2015, cuya uva procede del pago del mismo nombre que fermentada con sus levaduras auctóctonas y que macera como mucho durante cinco o seis días para preservar la fruta. Es afrutado, sedoso y persistente. También llegó con aires renovados el vino que rinde homenaje al fundador. Adaro 2015 muda de vestido y de etiqueta en esta añada. Elaborado con uvas del pago Salgüero, que desde 2014 se llevan en cultivo ecológico. Este 100% tempranillo, elaborado como el anterior, es más intenso en nariz y más concentrado en boca. Nuevo triunfo de Pradorey y su enólogo.

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