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Pedro Sánchez, durante la entrevista en Madrid. Iñaki Bilbao
Pedro Sánchez: «España no se merece la incapacidad del Gobierno del PP ni la irresponsabilidad de Puigdemont»

Pedro Sánchez: «España no se merece la incapacidad del Gobierno del PP ni la irresponsabilidad de Puigdemont»

El secretario general del PSOE participa hoy en Valladolid en una asamblea abierta sobre pensiones

J. I. Foces

Valladolid

Sábado, 3 de febrero 2018, 13:25

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Valladolid. 12:00 horas de hoy. Laboratorio de Artes, LAVA (antiguo matadero). Octava etapa del programa de asambleas abiertas sobre pensiones que desarrolla el PSOE en España con su líder federal,Pedro Sánchez, como principal protagonista.

Sánchez está pisando terreno, muy en contacto con los ciudadanos, y se le nota notablemente en lo que a conocimiento de los asuntos de cada territorio se refiere. Lo pone de manifiesto en esta entrevista, realizada ayer al mediodía en su despacho de Ferraz.

–Ha celebrado asambleas abiertas sobre pensiones en Sevilla, Granada, León, Elche, Madrid, Valencia,Leganés. Este sábado llega a Valladolid. ¿Qué se está encontrando en las personas que acuden a escucharle y a hablar con usted?

–Preocupación y necesidad de respuestas, sobre todo por parte de colectivos de mayores. Pero también de jóvenes, porque este es un debate intergeneracional. Estamos hablando de la solidaridad entre generaciones. Preocupación por el déficit en torno a 15.000 millones anuales que está registrando la Seguridad Social desde que gobierna la derecha. Por eso nosotros planteamos una propuesta de equilibrar las cuentas de la Seguridad Social.

–¿Propuesta que se centra en...?

–En tres vertientes.La primera, de racionalización del gasto público; hay políticas que no deberían estar en la Seguridad Social, sino en los Presupuestos del Estado. La segunda, la necesidad de mejorar los empleos dignos: si hay buenos empleos, habrá buenas pensiones y por eso hemos presentado un plan contra la explotación laboral. Y, en tercer lugar, hay que abrir el debate sobre la necesidad de nuevas vías de financiación de la Seguridad Social.

–¿Existen esas vías?

–El PSOE no quiere subir las cotizaciones a la Seguridad Social porque eso supondría encarecer el coste del trabajo para los trabajadores, los autónomos y los pequeños y medianos empresarios, y por eso hemos propuesto un impuesto extraordinario y especial a un sector, el de la banca, que fue rescatado por la ciudadanía y que ahora tiene que contribuir a rescatar nuestra Seguridad Social.

–De los contactos directos que está usted teniendo con los ciudadanos, ¿qué es lo que más le está llamando la atención?

–La necesidad de que España se ponga a funcionar. España tiene que avanzar.A la ciudadanía por supuesto que le importa lo que está ocurriendo en Cataluña, pero le importa y le interesa, si no más, el estado de la Seguridad Social, la calidad en el empleo, la educación de sus hijos, cómo sostendremos la Sanidad pública... Hace muy poco ha habido en Valladolid una gran manifestación en relación con el mal estado de la Sanidad pública de Castilla yLeón. Estos son los debates que uno se encuentra en las asambleas abiertas del PSOE, a las que se pueden acercar todos los ciudadanos, no solo los militantes. En segundo lugar, para mí estas asambleas están siendo un ejercicio muy gratificante: la buena política es la de la rendición de cuentas, la de escuchar y ser escuchado. Están lejos de los grandes medios de comunicación nacionales, pero aprendo mucho en esas asambleas.

«El debate de la financiación autonómica es fundamental para incorporar la dispersión, la despoblación y el envejecimiento de la población»

–Este sábado, Valladolid es su segunda parada en Castilla y León sobre pensiones, en esos contactos directos con la gente. Castilla y León, donde uno de cada cuatro habitantes es pensionista. Despoblación, dispersión territorial y envejecimiento definen poblacionalmente a esta tierra ¿Es un panorama deprimente de por vida o hay motivos para la esperanza?

–Los hay, los hay. Una de las cosas buenas que ha dejado la crisis es precisamente el emprendimiento de muchísima gente joven no solo en comunidades como Madrid, que puede ser un gran polo económico, sino en comunidades como Castilla y León. Hay que apostar por ello y también por luchar contra una de las grandes cuestiones que tiene planteadas este país, la despoblación. En ese sentido, el debate de la financiación autonómica es fundamental para incorporar la dispersión, la despoblación y el envejecimiento de la población como elementos fundamentales de ese nuevo sistema de financiación autonómica. Y aquí, precisamente, estoy de acuerdo con una de las iniciativas que el secretario general socialista en Castilla y León, Luis Tudanca, y el gobierno de esta comunidad han planteado como reacción a la propuesta de reestructuración de la deuda pública de las comunidades por parte del ministro Montoro: si hay una revisión de la deuda de las autonomías, ha de ser para todas por igual. Y voy a añadir una cosa importante: El debate sobre la reforma electoral y cómo algunos partidos lo que están planteando es que la España interior no tenga la representación parlamentaria que se merece. Nosotros estamos de acuerdo en que hay que modificar la Ley Electoral y en el Congreso hemos planteado dos iniciativas, la del voto rogado para los emigrantes y el voto de personas con discapacidad que ahora mismo no tienen reconocido ese derecho. En Valladolid, precisamente, me reuní hace meses con familiares de personas con discapacidad que me pidieron que se extendiera el derecho al voto a esas personas. Pero cuando hablamos de la unidad de España eso no es solo defender la unidad frente al independentismo, sino que defender la unidad de España también es defender la representación de una España que no puede quedar olvidada, que es la que está sufriendo ahora mismo un riesgo serio de despoblación.

«Ese impuesto extraordinario a la banca es un impuesto que desde el punto de vista de la justicia social es perfectamente comprensible»

–En ese aumento de los ingresos para pagar las pensiones usted ha propuesto, como ya ha recordado, un impuesto a los bancos. Han empezado a denostar esa propuesta algunos reconocidos expertos diciendo que aunque usted le metiera un impuesto a los bancos, estos lo recuperarían cargando nuevas comisiones a los clientes.

–Sí, leí precisamente el Foro Económico de El Norte de Castilla en el que el economista Daniel Lacalle decía eso. Lo primero que he de decir es que ese impuesto extraordinario a la banca es un impuesto que desde el punto de vista de la justicia social es perfectamente comprensible. Oiga, rescate por rescate: 77.000 millones de euros ha puesto la ciudadanía para rescatar al sector financiero y, por tanto, si hay un problema de desequilibrio y déficit de la Seguridad Social, el sector financiero tiene que contribuir. Dos, y fíjese lo que le digo, esta es una medida que ha puesto en marcha, de otra forma pero de manera semejante, un gobierno conservador en el Reino Unido. Por tanto, no estamos hablando de izquierdas o de derechas, estamos hablando de una cuestión de justicia social, de justicia fiscal. Y, en tercer lugar, nosotros somos una izquierda de gobierno y aspiramos a hacer un cambio solvente, donde se combine la audacia en la propuesta con la responsabilidad. Lo que se está planteando no es un IVA; se está planteando un recargo a los beneficios de cada uno de los bancos del sector financiero y, en ese sentido, no podrían imputarlo a los clientes como habrían hecho si se hubiera planteado como una suerte de IVA. Por tanto, niego la mayor.

–La deuda del Estado crecerá este año con un préstamo de 15.000 millones para pagar las pensiones. Este miércoles nos enteramos que el agujero de la Seguridad Social alcanza los 18.800 millones. El Fondo de Reserva de las Pensiones está tiritando después de que el Gobierno de Rajoy desde 2011 haya retirado 67.300 millones. ¿Por qué hay que pensar que el PSOE va a poder tener una alternativa al PP con unas cifras tan demoledoras?

–Porque lo hemos hecho en el pasado. El PSOE fue quien puso en pie las pensiones no contributivas. El PSOE fue quien elevó un 50% las pensiones mínimas sobre las máximas, precisamente para sacar a muchos mayores del riesgo de la pobreza. El PSOE fue el que planteó un horizonte de mejora de las pensiones de viudedad, que el Gobierno de Rajoy ha incumplido durante los seis años que lleva en la Moncloa. Y el PSOE fue el que puso el Fondo de Reserva de la Seguridad Social en máximos históricos, con 66.000 millones de euros. A partir de aquí, ya no es solo una cuestión de experiencia, de que lo hicimos en el pasado; cuando hablo de que en el PSOE hacemos una oposición de Estado también significa proteger al Estado, en este caso al Estado del bienestar, del Gobierno que lo está atacando. El PSOE si con algo se reconoce y es reconocido es por haber contribuido no solo a crear, sino a sostener ,el Estado del bienestar. Ahí están los datos de Intermon Oxfam...

–...¿se refiere al informe del estado de la desigualdad en España?

–Sí, ese informe dice que 10 millones de españoles y españolas están sufriendo un riesgo de pobreza. Dice también que el 14% de los trabajadores no llegan a final de mes y que de ese 14%, el 58% son mujeres, que son las que más sufren la precariedad y la desigualdad laboral en relación con los varones. Si ese es el gran combate, el de la desigualdad, nosotros lo que tendremos que hacer es fortalecer el Estado del bienestar y no retrotraerlo. El PP y Ciudadanos dicen que si hacen un planteamiento de Presupuestos Generales del Estado harán una rebaja fiscal de 2.000 millones de euros. Ha habido otras rebajas fiscales a lo largo de esta legislatura, en otros presupuestos, y ningún trabajador o trabajadora ha notado esa rebaja fiscal en su bolsillo; realmente no la ha habido. Yo prefiero que esos 2.000 millones de euros se pongan encima de la mesa para sostener el sistema de la Seguridad Social, que ahora mismo tiene un déficit público tan elevado, o que se pongan para poner en marcha un ingreso mínimo vital a todos aquellos colectivos que están en riesgo de pobreza. Por supuesto que hay también una cuestión que tiene que ver con los valores, con la ideología y con primar la igualdad frente a otras cuestiones.

«Para Rajoy, la igualdad es dejar las cosas igual que están y eso es lo grave: no podemos consolidar una sociedad desigual, no podemos cronificar problemas»

–Llega usted a Valladolid, de donde es natural el secretario de Estado de la Seguridad Social del PP, Tomás Burgos, con el que se ha producido ese vaciado de la ‘hucha de las pensiones’. Su antecesor, el socialista burgalés Octavio Granado, salió de la Seguridad Social con el prestigio intacto. ¿También por la gestión se nota la ideología?

–Sin duda, sin duda. Octavio Granado ha sido un gran secretario de Estado de la Seguridad Social y nos está echando una mano con la propuesta del PSOE. Efectivamente, es más una cuestión de quién gobierna. Esta semana hemos asistido a la polémica del presidente del Gobierno diciendo eso de que ‘no nos metamos en lo de la brecha salarial’. En realidad, los lapsus de Rajoy son declaraciones de intenciones. Para Rajoy, la igualdad es dejar las cosas igual que están y eso es lo grave: no podemos consolidar una sociedad desigual, no podemos cronificar problemas. Cuando Rajoy dice ‘no nos metamos en eso’ no es una cuestión de falta de empatía: es también una actitud vital ante los problemas. O los resuelves o los cronificas y, por desgracia, cuando hablamos de Rajoy siempre se cronifican los problemas. Ahí está la Seguridad Social, pero ahí están Cataluña, la brecha salarial que sufren las mujeres, los problemas que está padeciendo nuestro sistema nacional de salud, que está claramente infrafinanciado y como consecuencia de ello los pacientes de Valladolid y de Castilla y León están viendo cómo se recortan prestaciones, cómo están aumentando las listas de espera... Estas son las cuestiones que el PSOE quiere abordar para darles solución.

–Con contratos de 700 euros, mal van a poder los jóvenes contribuir al sostenimiento de la Seguridad Social. La precariedad laboral se está consolidando en la salida de la crisis. ¿Qué esperanza van a tener los jóvenes a este paso?

–Sin duda alguna. Tanto ellos como sus padres consideran que van a tener un futuro peor y contra esa resignación tenemos que luchar y ponerle remedio. Ahora mismo, cuando hablamos de precariedad en los jóvenes, hablamos de becariado. Creo que hablar, por ejemplo, de un plan de lucha contra la explotación laboral, como están poniendo en marcha gobiernos autonómicos socialistas, que han hecho emerger muchísimos subempleos, o el pedir que se derogue la reforma laboral, de la que el sábado 11 se van a cumplir seis años de su aprobación por parte del PP, son elementos fundamentales para recuperar la calidad en el empleo. La desaparición de la negociación colectiva, que fue en realidad lo que supuso la reforma laboral del PP, ha sido una puerta abierta a la precarización de muchos puestos de trabajo.

«Defender la unidad de España es también defender a la que está en riesgo serio de despoblación»

–Cataluña o la reforma de la Constitución no aparecen como asuntos de preocupación entre los cientos de personas que acuden a sus asambleas abiertas. No le preguntan por ello.

–Cataluña no lo es. Cataluña sin duda alguna, no lo es. Eso no significa que la ciudadanía no se preocupe por el tema catalán. A mí, por ejemplo, me hace mucha gracia que Iglesias diga que no quiere hablar de Cataluña porque quiere centrarse en lo social. Bueno, pero hay que hablar de Cataluña para que te escuchen en lo social. La izquierda tiene las soluciones, pero tenemos que ganarnos la confianza de todos los españoles, nos voten o no. Y en eso está el PSOE. El PSOE hace una oposición de Estado, una oposición responsable y aspiramos a que España tenga el cambio que necesita, un cambio seguro. Esa es la diferencia que percibimos respecto a otras propuestas de izquierda.

–¿Le están ayudando estas asambleas abiertas a dar con la clave para acompasar la España real con la España política?

–Sí. España no se merece quedar varada ni por la inpacacidad del Gobierno del PP ni por la irresponsabilidad de Puigdemont. Y el riesgo que veo es que al final haya una corriente de desafección con la política en general. Por eso hemos puesto en marcha y hemos propuesto Diez Acuerdos de País, que estamos hablando con la sociedad. Diez Acuerdos de País que tienen mucho que ver con las preocupaciones de los vallisoletanos, de los castellanos y leoneses, de los españoles. Hablamos, por ejemplo, de un acuerdo por la educación, de un acuerdo por la financiación autonómica, es decir, por la sanidad de nuestro país. Hablamos de un acuerdo por las pensiones y hablamos, por ejemplo, de algo que para los castellanos y leoneses, como consecuencia de este clima que tenemos, ya empieza a ser un problema, la sequía: es necesario abordar un gran acuerdo de país por el agua, la energía y el clima. El jueves tuve una reunión con los colectivos del agua, regantes y agroindustria, a los que el Gobierno de Rajoy no está dando respuesta. Por eso digo que España tiene que volver a ponerse a funcionar. Este Gobierno está agotado y esta legislatura está acabada, pero le quedan aún dos años de vida. Por eso creo que tenemos un riesgo de desafección, la política en general, y tenemos que luchar contra ese riesgo.

–Ha mencionado a Puigdemont. ¿Se cree sus mensajes telefónicos y en concreto el de «esto ha terminado»?

–Más que las palabras son los hechos los que definen la actitud de cada cual. A Puigdemont lo único que le queda es retirarse y lo que se está viendo es que el bloque independentista está renunciando a gobernar Cataluña. Está anteponiendo los intereses personales de Puigdemont a los intereses del conjunto de catalanes y catalanas. Por eso hemos dicho muchas veces que podrán aplazar la investidura, pero lo que no se puede aplazar más es la solución a los problemas reales de los catalanes, que tienen mucho que ver con los de los vallisoletanos.Por ejemplo, para que el lector se haga una idea, la Sanidad pública en Cataluña ha sido la más recortada de todas las comunidades autónomas en estos años. La evolución del independentismo implica una involución democrática. Y eso es con lo que hay que acabar.

–¿Hasta cuándo y hasta dónde apoyará el PSOE al Gobierno del PP y a Mariano Rajoy en el mantenimiento del 155 en Cataluña?

–Como oposición de Estado lo que hacemos es defender al Estado y, por extensión, a quien lidera ahora mismo el poder ejecutivo del Estado, que es el presidente del Gobierno. Y a partir de ahí, creo que hasta ahora ha habido coordinación, una comunicación fluida entre el presidente del Gobierno y el líder de la oposición; y así debe seguir siendo y seguirá siendo. También le digo: yo creo que en política un gobierno que no hace nada, no es nada. Lo que tiene que hacer Rajoy es poner sobre la mesa también una propuesta política de salida a la crisis en Cataluña.Por el bien de Cataluña y por el bien del conjunto del país.

–Se ha cumplido un año de la Conferencia de Presidentes, que acordó la reforma del sistema de financiación autonómica. No se ha hecho nada efectivo. En sus conversaciones con Rajoy, ¿qué le ha trasladado en este campo?

–Por eso digo que es un Gobierno agotado y que esta legislatura está acabada: el Gobierno no está haciendo política. En todas las preguntas que me han hecho sobre financiación autonómica le hemos tendido la mano, pero el problema es que el señor Montoro no nos ha puesto sobre la mesa las cifras para que podamos empezar a dialogar y a negociar sobre un eventual nuevo marco de financiación autonómica, que es necesario. También de financiación local. Por tanto, ‘no news’ (no noticias), lo que no significa que sean ‘good news’ (buenas noticias).

«Creo que ahora mismo el PSOE está en condiciones de lograr ese cambio seguro para España»

–Estamos en año preelectoral. Usted ha expresado un notable optimismo sobre que el PSOE ganará en las municipales y en muchas autonomías. Incluso va más allá y dice que se ve en la Moncloa. ¿Tanto ha cambiado el PSOE en un año para pasar de guerras internas fratricidas a aspirar a la Moncloa?

–Aspiro a ganarme la confianza de los españoles para lograrlo. Vamos a hacer un poquito de patria de Castilla yLeón, porque es evidente que si en esta ejecutiva federal hay una representación elevada, esa es la de Castilla yLeón. El XXXIX Congreso Federal del PSOE supuso un debate interno muy profundo, muy auténtico y muy ejemplarizante para el conjunto de fuerzas políticas. Supuso una reubicación del PSOE en el espacio en el que se le espera, que es el de la izquierda, y supuso también que ahora mismo el PSOE está detrás de su ejecutiva federal, que estamos todos a una. Cerramos un periodo de división que nos ha lastrado mucho desde el punto de vista electoral y nos ha minado credibilidad. Creo que ahora mismo el PSOE está en condiciones de lograr ese cambio seguro para España. Pero para ello necesitaremos unir y aglutinar a toda la izquierda y a todos aquellos que quieran cambiar el paso en nuestro país en torno a las siglas que van a ser las únicas que van a estar en disposición de ganar al Partido Popular, las siglas del PSOE.

–¿Cree que van a acabar los votantes perdonando aquellas luchas internas y que va a poder lograrlo usted a base de dar la cara en decenas de actos públicos en contacto directo con los ciudadanos?

–Creo que la gran noticia para el sistema político español es que un partido como el PSOE, que ha representado cambio y estabilidad durante estos 40 años de democracia y que ha supuesto el Gobierno de España durante al menos 20 años de democracia es un partido con opciones de poder ganar las próximas elecciones, de ser la primera fuerza política y de no haber sido deglutido por fuerzas ajenas a los valores de la socialdemocracia. Creo que el que la socialdemocracia continúe fuerte y pueda tener opciones de gobierno en las próximas elecciones generales, como lo es ahora mismo en ayuntamientos y comunidades autónomas, es una muy buena noticia, no solo para la izquierda, sino para el país.

–Usted ha estado últimamente en Valladolid varias veces y para distintos actos. Además de alcalde socialista, que es su portavoz federal a la vez, ¿qué tiene la capital vallisoletana para recibir tanta atención por su parte? ¿Aspira a que con alcalde socialista en Valladolid se pueda trasladar ese cambio político a Castilla yLeón, que siempre se ha considerado el granero de votos del PP?

(Antes de responder, abre la edición impresa de ayer de El Norte de Castilla, en cuya portada se incluía una fotografía de la nueva fábrica de Renault, que se abrirá en mayo).

–Valladolid es una provincia que va a ser decisiva para el cambio político en España por el reparto de escaños. Y es muy importante lo que aparece en la portada de ElNorte: una de las cosas que hablamos en los Acuerdos de País es de la reindustrialización. Y claro, que haya ayuntamientos como el de Óscar Puente que apuestan clarísimamente por la reindustrialización y la industria del automóvil, que es tan importante no ya solamente para territorios como Castilla yLeón, como Valladolid, que por supuesto, sino para el conjunto de la economía, de nuestras exportaciones, y que veamos cómo se está apostando por nuevas fábricas, la estabilidad del empleo y las oportunidades en esta tierra, son una prueba, y esto es importante, de que cuando los socialistas gobernamos hacemos cosas muy positivas para el progreso de la mayoría social de sus ciudades, como es el caso de Valladolid.

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