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El temporal de frío y nieve que se está dejando notar en Castilla y León volvió a tener efectos negativos en los escolares de la Comunidad, ya que fueron un total de 2.554 los que este martes no pudieron asistir a clase por culpa de las inclemencias climatológicas. Todas las provincias se vieron afectadas en mayor o menor medida, salvo las de Salamanca y Valladolid, donde ningún alumno se vio afectado por el mal tiempo, según la información remitida por la Consejería de Educación de la Junta y recogida por Ical.
La provincia de León, con 1.719 ausencias en gran parte de las comarcas del norte provincial, volvió a ser la más afectada tanto por la nieve como por el hielo, seguida de Palencia, con 218 alumnos ausentes, y de Burgos, con 224. También se dejaron sentir los efectos del temporal en otras provincias, aunque de forma minoritaria. Es el caso de Ávila, donde se vieron afectados 14 escolares, en su mayoría de Educación Infantil y Primaria; Segovia, con 74 ausencias; Soria con tres y Zamora con dos.
Por otra parte, la Agencia de Protección Civil de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente ha dado por finalizada, debido a la mejoría de la situación metereológica, la alerta ante el riesgo de nevadas en las provincias de Burgos y León que dio comienzo ayer a las 10 horas.
Según informó la Junta de Castilla y León, la desaparición de las condiciones meteorológicas adversas que favorecían las precipitaciones en forma de nieve en ambas provincias, ha sido lo que ha llevado a adoptar esta decisión, aunque desde el Centro Coordinador de Emergencias (CCE) se advierte de que se continuará con las labores de seguimiento de las previsiones meteorológicas.
La Agencia de Protección Civil mantiene las recomendaciones de consultar, bien a través de internet o vía telefónica, tanto de la previsión meteorológica como del estado de las carreteras, en el caso de realizar actividades al aire libre o de viajar por carretera. Si se viaja en vehículo propio, es importante hacerlo con el depósito de combustible lleno y llevar algún tipo de cadenas para las ruedas, además de ropa de abrigo, agua, comida y un teléfono móvil con la batería cargada, ante la posibilidad de que el vehículo quede momentáneamente retenido en la nieve.
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