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Un hombre consuela a una mujer tras el atentado.
Un vallisoletano en el concierto: «El 90% eran niños y el griterío era ensordecedor»

Un vallisoletano en el concierto: «El 90% eran niños y el griterío era ensordecedor»

Varios castellanos y leoneses residentes en la ciudad inglesa relatan su experiencia tras el atentado que costó la vida a 22 personas

ical

Martes, 23 de mayo 2017, 21:22

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El vallisoletano Ivo Delgado se encontraba en el concierto de Ariana Grande en el momento de las explosiones y aseguró que el 90 por ciento del público eran niños. «Miras a la izquierda y a la derecha y todo eran niños», según relató a la emisora Onda Cero.

Delgado, que reside desde hace años en Manchester, afirmó que la zona por la que salió él del estadio no tenía nada que ver con las imágenes que se han visto en televisión. «Digamos que era un pánico ordenado», sostuvo, para asegurar que todos se respetaban porque la mayoría eran niños «gritando» y los adultos intentaban por todos los medios no aplastarles. «El griterío era ensordecedor».

En el momento en el que se encontraba en la cola para salir del estadio, recuerda, se escuchó la segunda explosión y «la gente se puso a correr». Un atentado así, afirma, «no entra en la cabeza de nadie» y menos aún en una ciudad tan «multicultural» como Manchester. «Tengo muchos amigos musulmanes de los que aprendo mucho y esto no es un ataque de religión, sino de lunáticos contra gente libre».

Día «triste» en la ciudad

José María Izquierdo, vallisoletano que vive en un barrio al sur de Manchester, a media hora del centro en coche, reconoció que «todo» lo que sabía «sobre el triste suceso de ayer» es lo que leyó esta mañana en internet y vio «en las noticias mientras desayunaba y escuchado en la radio del coche». «No he llevado a los niños a la guardería, pero porque no van ningún martes», expuso a Ical.

Al ir al trabajo se cruzó con varios coches de policía con sirenas. Lo define como día «triste» en la ciudad, pues todos los atentados terroristas son «indignantes», pero el hecho de ser en un concierto en el que la mayor parte del público eran niños y adolescentes, «intentando hacer el mayor daño posible, hace que sea aún más irritante, infame y repugnante».

La otra cara de la moneda, destacó, es la «solidaridad de la gente, los servicios de emergencia, los hospitales... volcándose en hacer todo lo que está en su mano, como suele suceder en estas situaciones». Admitió que hoy no habló con muchas personas, pero «todo el mundo parece apenado y afligido». «Personalmente, lo estoy viviendo con tristeza, quizá más que en otros atentados, por percibirlo más cerca. Al menos sirve para relativizar los problemas diarios, que ahora parecen menores», achacó.

Izquierdo hizo un llamamiento para que «se detenga todo esto» y remarcó que «por desgracia las personas responsables de estas barbaries creen tan profundamente en su causa que están dispuestas a suicidarse». «Quizá sientan un profundo odio, fruto de lavados de cerebro. Algunas quizá busquen su fama o su particular gloria, pero supongo que aun siendo conscientes de que es algo terrible, deben de creer que su fin último es lo mejor, según sus creencias, y que justifica sus medios», opinó.

Ante esto, consideró que la única solución es la «educación y la información» y explicó que debe ser la comunidad musulmana -obviamente la más perjudicada de estos actos terroristas-, «la que debe esforzarse más en educar, para que se comprenda que el Islamismo no apoya ni quiere este tipo de actos terribles, sino que los desaprueba y no los tolera».

«Es tarea de todos dar ejemplo de tolerancia con los musulmanes, pero de intolerancia con el terrorismo, para que no se confunda el problema ni el enemigo. Debe ser claro que todos, musulmanes y no musulmanes, tenemos un enemigo común, que es la ignorancia, que lleva al odio, a la violencia radical, y finalmente al terror», sentenció Izquierdo.

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