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Sanidad refuerza la información entre profesionales ante picaduras de garrapata y pide prudencia en las salidas al campo

Sanidad refuerza la información entre profesionales ante picaduras de garrapata y pide prudencia en las salidas al campo

La Consejería precisa que no existe alarma ante el virus que causa la fiebre hemorrágica Crimea-Congo y la situación es similar a la de hace 20 años, cuando empezó a realizar estudios de campo

ical

Sábado, 13 de mayo 2017, 19:46

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La Consejería de Sanidad se ha puesto en contacto con sus servicios territoriales y las gerencias de área para reforzar la información entre los profesionales ante picaduras de garrapata, después de que se haya hecho público un estudio, coordinado por el Ministerio de Sanidad, en el que se pone de manifiesto la presencia de parásitos que pueden transmitir la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo en zonas de Castilla y León, Extremadura, Madrid y Castilla-La Mancha. No obstante, desde la Dirección General de Salud Pública precisan que no existe una situación de alarma y que, aunque no se pueda descartar la aparición de un caso, es muy complicado que se produzca un contagio. Añade que lo mejor para evitar riesgos es seguir algunas sencillas precauciones.

Entre estos consejos, desde Salud Pública recomiendan utilizar pantalón largo si se sale al campo y se va a pasear por zonas con mucha maleza; procurar usar calcetines y calzado cerrado; ropa clara, que permite comprobar mejor si hay alguna garrapata sobre ella; evitar sentarse en zonas con mucha vegetación, así como utilizar repelentes y, en el caso de las mascotas, un antiparasitario.

En el caso de los profesionales que trabajan en contacto con animales y pasan tiempo en el campo, tales como ganaderos, agricultores, pastores, granjeros y técnicos forestales, también es necesario utilizar medidas de protección, que pasan por usar guantes y ropa protectora durante la manipulación de los animales, así como eliminar y controlar posibles infestaciones por garrapatas en los animales y en los espacios donde se encuentran, tales como establos o perreras.

Riesgo excepcional

En estos momentos, las enfermedades transmitidas por garrapatas más frecuentes son algunas rickettsiosis y la borreliosis de Lyme. Además, de forma ocasional se han descrito casos de anaplasmosis, babesiosis, tularemia y fiebre de Crimea-Congo. No obstante, a tenor de los registros y controles sanitarios, en Castilla y León no existe ninguna situación de alarma y el riesgo es excepcional. De hecho, la muerte el año pasado de un hombre que pudo contagiarse en la provincia de Ávila fue un caso aislado y los estudios indican que el riesgo de contagio a humanos es bajo.

Junto al informe nacional, a raíz de un análisis de 9.000 garrapatas que arrojó que en menos de un tres por ciento estaba contagiado por el virus de Crimea-Congo, ya en el año 2010 -cuando por primera vez se detectaron parásitos contagiados en la zona de Extremadura con el límite con Portugal-, el Ministerio y varias comunidades autónomas comenzaron a realizar estudios. A ello se suma que en Castilla y León, en 1995, se impulsó un programa para identificar la especie y los patóngenos que se podrían transmitir.

20 años de seguimiento

Este programa autonómico surgió a raíz de la situación originada en Estados Unidos, donde las enfermedades infecciosas provocadas por garrapatas fueron las más numerosas, con una incidencia superada sólo por el VIH. En concreto, el problema se focalizó en la borreliosis de Lyme. En función de los contagios, se estimó que podría suponer un impacto de salud importante, de ahí que esta línea de investigación surgiera en Castilla y León.

En estos más de 20 años de estudio, la Consejería de Sanidad ha observado que en el 50 por ciento de los casos las garrapatas no llegan a alimentarse, es decir, se retiran a tiempo. Además, una vez estudiadas en laboratorio, se ha detectado que las infectadas por patógenos son muy bajas. Sólo un diez por ciento, y no todas son patógenas.

Desde entonces, la Consejería de Sanidad viene lanzando mensajes sobre prevención. Además, se recomienda siempre una autoexploración del cuerpo, cuando se sospeche que se puede tener una garrapata fijada, ya que existe un período de gracia de 48 horas -tiempo que tarda la garrapata en comenzar a alimentarse de la sangre y en contagiar el virus-. El siguiente paso es retirarla lo antes posible. Lo mejor es acudir a un centro de salud, o quitarla con unas pinzas de borde romo y punta fina. También, hay que observar a los días siguientes si aparece fiebre, una erupción, dolores musculares, manchas rojas en la piel. En este caso, se indica acudir al centro de salud.

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