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«La sanidad no se ha debilitado, pero la demanda social genera la sensación de que no es la misma»

Para el consejero, las mareas blancas «forman parte de la realidad de los tiempos» y de los intereses del debate partidista, al que pide que sea más riguroso con los problemas que acechan al sistema

ICAL

Domingo, 7 de mayo 2017, 13:56

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El consejero de Sanidad, Antonio María Saéz Aguado, defiende que el sistema sanitario de Castilla y León no se ha debilitado en estos años de crisis, aunque la mayor sensibilidad social, demanda de proximidad y de atención más rápida genera la sensación de que no es el mismo. Los datos y los hechos objetivos son los que son, y en esta Comunidad no ha habido grandes cambios; sí más reclamaciones, pero la realidad de los hospitales y centros de salud sigue siendo la misma, sentenció en 'Los desayunos de Ical' .

El consejero puso sobre la mesa que la Gerencia Regional de Salud ha logrado mantener prácticamente los mismos recursos: 570 servicios hospitalarios; 247 centros de salud y 3.652 consultorios locales todos con carácter y gestión pública, y el número de profesionales en lo fundamental. En este sentido precisó que los datos de registro de las administraciones públicas del Ministerio de Hacienda lo constatan, al poner sobre la mesa que Castilla y León ha mantenido en cinco años el 99,7 por ciento de sus efectivos, y todo pese a que las jornada laboral creció un siete por ciento. Esto indica que hay más tiempo de dedicación, pero los profesionales no han bajado; no se ha debilitado el sistema.

Frente a ello, Sáez Aguado considera las mareas blancas y protestas ciudadanas como parte de la realidad de los tiempos. No es algo que se produzca especialmente en Castilla y León, lo hemos visto en otras autonomías en un pasado reciente y también ahora. Es más, a su juicio, detrás de estas protestas se encuentra una sociedad cada vez más exigente, que se preocupa más por cuestiones de asistencia y calidad sanitaria. Lo que antes era una cuestión que se vivía con mayor distancia, ahora se vive con mayor cercanía. Esto implica una dinámica de aumento de reclamaciones y manifestaciones, sentenció.

Falta de realidad

A este interés ciudadano suma el debate político que se encabeza con unas banderas que no responden a la realidad. Al final, si alguien te dice que hay un riesgo, hay que defenderlo y la gente sale a la calle, explicó, para exponer que, por ejemplo, la última manifestación en Benavente (Zamora) comenzó con la chispa del cambio de unidad de unos pacientes, y el debate se fue encendiendo para acabar con una manifestación en la que se exigía que no se cerrara el centro, denunció.

Aunque reconoció que 30.000 ciudadanos han salido a la calle, expresó que hay que escuchar también a otros 2,3 millones que no se han manifestado y leer lo que dicen las encuestas, como el Barómetro Sanitario, cuya oleada de 2016 arrojó que los ciudadanos califican con una media de 6,91 puntos, casi un notable, al funcionamiento de su sistema de salud, algo más de dos décimas con relación a 2015.

Paz social

En este sentido, el consejero pidió a la oposición que sea más rigurosa, que se centre en los problemas reales de la sanidad y no lidere protestas vacías. Es más, a su juicio, si fuera cierto que el sistema se desquebraja serían los propios profesionales los que saldrían a la calle, y en los últimos años se vive cierta paz social sin grandes movilizaciones. Tras 15 años, lo público sigue siendo lo predominante, más del 95 por ciento de la actividad sanitaria sigue siendo publica, y sólo una pequeña parte se concierta, sentenció.

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