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Ocupados y parados por nivel de formación.
El paro se ceba con los leoneses sin estudios que ya representan el 64% de los desempleados

El paro se ceba con los leoneses sin estudios que ya representan el 64% de los desempleados

Entre 2014 y 2016, el sistema productivo de Castilla y León ha sido capaz de crear 51.700 puestos de trabajo y el 70% ha sido ocupado por trabajadores con estudios más allá de la ESO

ical

Sábado, 6 de mayo 2017, 11:01

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Empleo y formación son dos caras de la misma moneda en el mercado laboral y, en la salida de la crisis, se vislumbra que la educación obligatoria no será suficiente para encontrar trabajo. Los datos del Instituto Nacional de Estadística apuntan a una brecha que se agranda entre quienes están mejor formados y quienes se limitan a lo que marca la ley.

Una cifra es elocuente: en dos años, entre 2014 y 2016, el sistema productivo de Castilla y León ha sido capaz de crear 51.700 puestos de trabajo. Pues bien, siete de cada diez de estos nuevos empleos, es decir, 37.700, han sido ocupados por personas que habían estado en las aulas más allá de la ESO.

Más aún, y es posible que se rompa algunos de los tópicos sólidamente asentados, casi la mitad de los que se han incorporado al mercado laboral tienen estudios post-obligatorios, pero no universitarios es decir, bachillerato y las ramas superiores de formación profesional.

Los estudios superiores, que mantienen su condición de granero de empleo, dado que casi el 40% de los trabajadores actuales de Castilla y León tiene estudios universitarios, han aportado a esa nueva bolsa de empleo en 16.200 titulados.

Mayor cualificación

Por el contrario, la bolsa del paro se ceba en quienes menos formación tienen. Como en un espejo, más de seis de cada diez parados de la Comunidad o no tiene estudios reglados o ha cursado únicamente la enseñanza obligatoria. Son diez puntos más que hace dos años, cuando era el 54,3 por ciento de los desempleados de la Comunidad pertenecían a estos colectivos.

En definitiva, se puede concluir que la educación, en términos generales, está directamente relacionada con la facilidad con la que se encuentra trabajo y, o se permanece en las aulas más allá de lo obligatorio, o las posibilidades de estar en el paro se acrecientan considerablemente.

Los empleos cada vez requieren una mayor cualificación, que tiene que ver con los idiomas y las nuevas tecnologías y, además, la cualificación se utiliza como un criterio de selección ante el desempleo masivo que existe. Cuanto más formado esté el trabajador, mejor para el empresario, aunque otra cosa son los sueldos, explica el responsable de Empleo de CCOO, Saturnino Fernández.

Asimismo, Raúl Santa Eufémia, secretario de Acción Sindical de UGT, apunta a que durante la crisis se ha producido una degradación de los contratos, lo que supone que personas con estudios superiores estén desempeñando puestos de trabajo que no requieren su formación. En esta línea, denuncia que, incluso si el empleo responde al nivel educativo del demandante, los salarios estarán por debajo de este grado. Hay ingenieros que hoy cobran en sus puestos un 30 pro ciento menos de salario que en 2012, remarca.

Sectores

La siguiente pregunta que cabe hacerse es en qué sectores será más fácil encontrar trabajo, dado que el desequilibrio entre los datos de unas y otras actividades es considerable. Baste señalar que la tasa de paro en áreas como la salud y los servicios sociales; la mecánica electrónica y la formación técnica para la industria y la construcción y las cuestiones relacionadas con los negocios y la administración ronda el 10%, cinco puntos menos que la media autonómica.

Por el cotrario, otras labores como las relacionadas con la agricultura y la ganadería llegan al 17 por ciento, mientras que los trabajos relacionados con el sector servicios, la educación, las humanidades y las artes, las lenguas las ciencias sociales y el periodismo están cercanos al 15 por ciento. También presentan bajas tasas de paro los empleos relacionados con las ciencias naturales, químicas y matemáticas (11,5 por ciento) y las tecnologías de la información y las comunicaciones (10,8 por ciento).

Formación permanente

Pero más allá de la educación reglada o no, los sindicatos reclaman un sistema de formación permanente para los trabajadores, que busque nichos de trabajo con salarios dignos, según Santa Eufemia y que llegue al cien por cien de los trabajadores, desempleados y activos.

En este sentido, Saturnino Fernández asegura que la reforma de la formación que emprendió el Gobierno hace dos años no está funcionando, ya que no se han ejecutado los programas que pagan empresas y trabajadores y no se ha adaptado a las necesidades productivas. Es un fracaso y tendrán que cambiarlo porque ahora se están malgastando recursos y sólo salen beneficiadas las cadenas privadas y las grandes empresas de este país, concluyó.

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