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Parados mayores de 45 años en Castilla y León.
Hay vida y trabajo después de los 45 años

Hay vida y trabajo después de los 45 años

Castilla y León cuenta con 68.500 parados mayores de 45 años, que solo se benefician del 2,4% de las ofertas, pero hay ejemplos de empresarios que apuestan por la valía y la experiencia de desempleados senior

R. Travesí

Domingo, 12 de marzo 2017, 18:38

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Cuatro de cada diez desempleados en Castilla y León tienen hoy más de 45 años cuando en 2008 eran uno de cada cuatro. El colectivo senior es, sin duda, el más castigado por la crisis económica y el que más dificultades tiene para reengancharse al mercado laboral puesto que solo se benefician del 2,4 por ciento de las ofertas de empleo. La edad corre en su contra pero también el tiempo que acumulan sin trabajar. No en vano, muchos de estos desempleados son parados de larga duración y llevan más de dos años sin una actividad remunerada. Y lo que es peor, con escasas esperanzas de trabajar. Si bien, la realidad confirma que hay motivos para creer porque existen empresarios que confían en las personas que atesoran experiencia.

Los casos de Beatriz Rodríguez y Pablo Gómez demuestran que es posible encontrar un empleo pasados los 45 años e incluso, los 50. La vallisoletana Beatriz Rodríguez fue contratada a sus 55 años como administrativa en octubre de 2015 por In Pulso Musical Sociedad Cooperativa que es la empresa encargada de la gestión de la Escuela Municipal de Música de Valladolid. Primero, con un contrato a media jornada que, pronto, se convirtió en completa. En el caso de Pablo, entró hace 15 meses en la cadena de supermercados Gadis en Valladolid como pescadero y ya es indefinido.

La oportunidad laboral a Beatriz llegó después de más de dos años en paro y, por tanto, haber agotado la prestación por desempleo. Cuando me despidieron se me vino el mundo encima porque el futuro no era nada halagüeño con la crisis y estaba acostumbrada a trabajar desde los 18 años, explica a la Agencia Ical.

Por su parte, Pablo llevaba 25 años como autónomo al frente de una pescadería en la capital cuando en 2014 decidió poner fin a esa actividad para evitar hacer más grande el agujero. Tuvo poco tiempo para pensar en la situación que debía afrontar con su edad porque a los pocos días encontró un empleo en la pescadería de El Corte Inglés, donde estuvo año y medio y luego firmó el contrato con Gadis. Confiaba en mis posibilidades porque tengo mucha experiencia profesional y eso siempre se valora, apunta.

Beatriz aprovechó su situación de parada para matricularse en la Escuela de Música y aprender a tocar el saxofón. Es decir, su amor por la música le permitió encontrar un trabajo en el lugar donde acudía como alumna. Era una persona muy implicada, tanto musicalmente como en otras actividades que organizaba la Escuela de Música, explica el responsable de In Pulso Musical, Javier Alonso. De ahí que cuando quedó vacante el puesto de administrativo, se pensó en Beatriz que contaba con una formación en Empresariales por lo que estaba capacitada para desarrollar el trabajo.

Se encarga de la matriculación, el cobro de recibos y de informar de los cursos de la escuela pero también de acompañar a las clases a los alumnos despistados. Aquí somos multifuncionales y hacemos de todo, salvo la docencia que corresponde a los 30 profesores músicos, precisa Alonso. Añade que todo depende de la forma de pensar y que la cooperativa no tiene prejuicios a la hora de cubrir un puesto.

Buscar a los mejores profesionales

En el mismo sentido se pronuncia el delegado de Gadis en Castilla y León, José Daniel Posadas, quien asegura a Ical que la edad no es un elemento a tener en cuenta a la hora de contratar a una persona. Por el tipo de establecimientos repartidos en los barrios, buscamos a los mejores profesionales y que tengan una buena atención al cliente, explica. Esos dos criterios se cumplían en Pablo, sin mirar el DNI porque, añade, la edad no es un elemento a tener en cuenta. Además, el ex autónomo recuerda: Me he criado profesionalmente aquí, en el barrio de Las Delicias, con 20 años al frente de una pescadería en el mercado viejo, por lo que conoce al 80 por ciento de la clientela del nuevo supermercado de la calle Canterac.

Gadis cuenta en la Comunidad con 1.070 trabajadores, repartidos en supermercados de cinco provincias, de los que 148 son mayores de 50 años. Posadas apunta que la empresa incorporó el año pasado a 24 personas con esas edades.

El responsable de In Pulso Musical anima a otros empresarios a apostar por la gente de cierta edad y con experiencia. Hay que valorar si esa persona va a desempeñar bien su trabajo, su capacidad e ilusión, rubrica. Y eso es, precisamente, lo que vio en Beatriz por ese don para estar de cara al público y esa predisposición innata para comunicar. Es muy importante al ser la cara de la escuela y el primer contacto que tiene la gente, además de conocer a la perfección lo que se hace en la escuela de música al ser alumna, sentencia.

Unas palabras que corrobora Beatriz que, a sus 57 años, reconoce que podría ser la madre de casi todos los profesores de música. Veo un ambiente joven y dinámico y eso me contagia, al igual que ver a los jefes trabajar las 24 horas del día. Es lo que los jóvenes llaman buen rollo, apunta entre risas. Esta trabajadora entiende que algunos empresarios puedan pensar que una persona joven puede desempeñar mejor determinados trabajos pero la experiencia aporta otras cosas. Allí donde había complicaciones, ella se superaba con esfuerzo al llevar trabajo a casa, y al final se presta un servicio de calidad, añade Javier Alonso.

Pablo, el pescadero, también es el mayor de su centro de trabajo aunque confiesa que nunca se ha sentido discriminado por su edad en un supermercado que emplea a 28 personas y comparte la pescadería con otros dos compañeros. Todos los días aprendes algo, añade. El delegado regional de la cadena destaca que una de las ventajas de incorporar a cincuentones es que ofrecen muchas cosas y enseñan nuevas prácticas al resto de la plantilla. Pese a esa valoración, afirma que hay empresarios que tienen reticencias, incluso, a contratar a personas de 40 años, algo que no valora ni para bien ni para mal.

Los datos demuestran que estos casos son la excepción. La última Encuesta de Población Activa (INE), correspondiente al cuarto trimestre de 2016, recoge que la Comunidad cuenta con 169.700 parados, de los que 68.500 tienen más de 45 años.

34.000 parados más desde 2008

La recesión ha agravado la situación por la que atraviesan los parados senior. Si al inicio de la recesión, la EPA contabilizaba 34.600 desempleados por encima de los 45 años a finales de 2008, ahora son 68.500. Son 33.900 más en ocho años, aunque ha habido ejercicios en que esa cifra alcanzó los 81.400 en el cuarto trimestre de 2014 o los 82.400 en 2013, el récord de la serie.

La lectura de esta tendencia es que cuanto más tiempo pasan en el paro los desempleados con una cierta edad más complicado les resulta volver a encontrar un trabajo. El porcentaje de parados mayores de 45 años con respecto al total de desempleados en la Comunidad no ha parado de crecer. No en vano, en 2008 suponían el 25,4 por ciento, que pasó a significar el 27,7 en 2009; el 30,1 por ciento en 2011 y el 32,1 en 2013. Lejos de experimentar un cambio en los últimos, ese peso se ha agravado, hasta suponer el 34,8 por ciento a finales de 2014; el 37,4 por ciento de 2015 y el 40,5 por ciento de la última EPA. En definitiva, 15 puntos más en ocho años de crisis.

A la vista de la encuesta del Instituto Nacional de Estadística (INE), el grupo de edad más castigado es el de los desempleados entre 45 y 54 años, que acumula 45.800 desempleados frente a los 22.700 de los parados que cuentan con más de 55 años. Eso sí, mientras que el incremento en la primera franja se fijó en el 76,8 por ciento desde 2008 en el segundo tramo se disparó un 160,9 por ciento.

La población activa mayor de 45 años ha sido, con diferencia, la más castigada durante la crisis y las estadísticas apuntan que su situación no tiene visos de mejorar. Frente a los cerca de 34.000 parados más por encima de esa edad acumulados desde 2008, están los 2.600 desempleados menos con edades comprendidas entre los 20 y los 24 años o los 1.600 más parados entre 25 y 34 años.

Los parados mayores de 45 años parecen invisibles ante el mercado laboral. Y cuando aparecen, salen mal parados. El VII Informe Infoempleo Adecco sobre Empleabilidad y Trayectoria Profesional recoge que la edad media requerida para cubrir una oferta de empleo en Castilla y León se fijó en 32,3 años en 2015. Los mayores de 46 son, de nuevo, los peor parados ya que solo se benefician del 2,4 por ciento de las ofertas, inferior al 4 por ciento de la media nacional. El estudio señala que el colectivo más demandado es el que va de los 26 a los 35 años, que acaparan el 64 por ciento del total de las candidaturas.

Parados de larga duración

La estadística de la EPA impide cruzar las variables de parados por grupos de edad y por tiempo de búsqueda de empleo pero todo hace indicar que la mayor parte de los desempleados por encima de los 45 años lleva mucho tiempo en el paro. En estos casos, la dificultad para encontrar un trabajo se multiplica al acumular la edad y el elevado tiempo sin un empleo. Casi un 40 por ciento (39,3 por ciento) de los parados de la Comunidad lleva dos o más años sin un trabajo. Es un colectivo que suma 66.400 parados en el cuatro trimestre de 2016 frente a los 18.200 existentes a finales de 2008.

El dato más esperanzador es que la cifra de parados de muy larga duración ha disminuido a lo largo de 2016. Hoy, se registran 17.500 menos que hace un año y parece que ha pasado el peor momento para este perfil ya que en 2014 llegaron a ser 105.200.

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