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Jueves, 12 de enero 2017, 14:06
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La Guardia Civil de Ávila ha detenido a un individuo por un supuesto delito de homicidio por imprudencia, después de que su bebé, de 20 días de edad, falleciera como consecuencia de un traumatismo craneal provocado durante una caída mientras jugaba con el recién nacido.
La operación se inició después de que el 9 de enero tuvo entrada en el Grupo de Homicidios de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de Ávila un oficio del Juzgado de Instrucción nº 4 de Salamanca, mediante el cual se notificaba el fallecimiento de una niña, de 20 días de edad, en el Hospital Clínico de Salamanca a causa de un traumatismo cráneo-encefálico, de etiología violenta.
Tras las primeras gestiones, el Instituto Armado determinó que la menor, residente en la comarda de Pinares, había sido atendida previamente en el centro de Salud de Cebreros, desde donde fue derivada al hospital Nuestra Señora de Sonsoles de Ávila y, luego, al Hospital Clínico de Salamanca, donde falleció sobre las 13.30 horas del pasado 9 de enero.
Los médicos que atendieron a la niña no pudieron determinar la dolencia, si bien, ya en Salamanca, tras las pruebas preceptivas le fue diagnosticado el traumatismo craneo-encefálico, certificado por la autopsia de la menor, que fue realizada conjuntamente por los Servicios Forenses de Salamanca y la Comisión Nacional de transplantes al haber donado los padres de la niña los órganos.
De las investigaciones se dedujo que las lesiones se produjeron, entre el 4 y el 6 de enero, al jugar el padre de la menor con la misma sin adoptar medidas de seguridad en cuanto a la sujeción de la cabeza de la niña. Dichos juegos, según informa la Guardia Civil, consistieron en arrojarla hacia arriba y sobre la cama, en la creencia que dicha actuación no suponía ningún peligro para la niña.
Después, se procedió a la detención del padre como autor de un presunto delito de homicidio por imprudencia. Después, se le puso en libertad al entender la carencia total de intencionalidad en el hecho investigado y porque el padre ignoraba las consecuencias de tales juegos.
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