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El ‘boom’ de los estudios de matemáticas dispara las matriculaciones en la universidad por su alto grado de inserción laboral

Sus estudiantes tardan menos de tres meses en encontrar trabajo e, incluso, son las empresas las que acuden a las aulas en su búsqueda

vanesa lastra

Domingo, 18 de diciembre 2016, 11:55

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Varios informes internacionales hablan de los buenos resultados en ciencias y matemáticas en Castilla y León y parece ser que ese éxito se ha trasladado a la demanda de plazas en las universidades. Sobre todo en la titulación de matemáticas que, además, desde hace poco se puede cursar en doble grado con informática o con física. En Castilla y León se imparten estos estudios en Valladolid y Salamanca y, en ambos casos, el incremento de alumnos ha sido muy importante.

Y es que hubo un tiempo en el que las matemáticas eran una carrera que nadie se planteaba cursar que, incluso, los estereotipos hablaban de gente rara e introvertida que vivía en su mundo. Esa imagen, ese estereotipo está muy lejos de la realidad. Hoy los titulados en matemáticas son grandes directivos de empresas y ocupan puestos relevantes dentro de las mismas. Además, sus estudios han pasado de poder acceder con un cinco de nota media a tener que hacerlo, en el caso de la Universidad de Valladolid, con un 8 y en el de Salamanca, con un 9, cuando hace sólo tres años la nota de corte era un 5,65, según señaló en declaraciones a Ical el vicerrector de Innovación de la Usal, José Ángel Domínguez.

Los matemáticos son personas capaces de resolver problemas, de razonar y de dar solución rápida a los mismos y son más necesarias que nunca en los equipos de las empresas donde cada vez es más necesario que sean equipos multidisciplinares. Así lo señalan en una charla con la agencia Ical el decano de la Facultad de Ciencias, Isaías García de la Fuente, el presidente de la Sección de Matemáticas, Javier de Frutos, y el coordinador de Grado, Philippe Giménez. Todos ellos de la Facultad de la Universidad de Valladolid, que ha visto crecer su número de alumnos significativamente en los últimos años.

En ello coincide el vicerrector de Salamanca, quien explicó que este importante cambio se produjo después de que la institución reformase el plan de estudios con la adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior. Así, sostuvo que se pasó de una enseñanza centrada en el aprendizaje de teoremas, al de competencias. Ninguna empresa busca un matemático que sepa hacer teoremas, sino que quiere que sepa resolver problemas en equipos multidisciplinares.

Incremento de alumnos

Lo cierto es que la demanda y las matriculaciones en esta titulación se ha disparado en los últimos años, hasta el punto de que fue necesario establecer numeros clausus, que se sitúan en la actualidad en 35 alumnos en el Grado de Matemáticas en Valladolid y en 40, en Salamanca. En el caso de la Universidad de Valladolid, se ha pasado de los 22 matriculados en primero del Grado de Matemáticas en el curso 2009-2010 y un total de 100 estudiantes totales en los cuatro cursos a los 56 de este 2016-2017 y 124 alumnos en el total de la titulación.

No es que se haya triplicado casi, sino que en este curso los estudiantes pueden cursar el Grado de Matemáticas, que lo hacen un total de 35, sino que a ellos hay que sumar los diez que estudian el doble grado de Matemáticas e Informática (cinco en Segovia y cinco en Valladolid) y los once del de Matemáticas y Física.

De hecho estas dobles titulaciones se pueden cursar, en el caso de matemáticas con informática, desde el curso 2014-2015 y en el doble con Física desde el 2015-2016. El alumno que cursa estos dobles grados tendrán ambas titulaciones al finalizar sus estudios y todos están trabajando en menos de tres meses tras concluir, según señaló el presidente de la Sección de Matemáticas, Javier de Frutos.

Por ejemplo, en el curso 2010-2011 sólo entraron en primer curso 16 estudiantes, que fueron 30 ya en el 2011-2012; 24 en el 2012-2013 y ya 35 -el máximo- en 2013-2014. Los dos cursos siguientes ya con las dobles titulaciones fueron 43 en 2014-2015 y 49 en 2015-2016 y los 56 del curso actual.

En lo que se refiere a Salamanca, en el curso 2008-2009 fueron 32 los estudiantes de primer curso, cifras similares en los siguientes, pero a partir de 2011-2012 se cubrieron todas las plazas prácticamente al haber 39 en 2015-2016 y 2014-2015 hasta los 41 del curso actual.

De moda

Y es que las matemáticas están de moda, cuando hace no demasiados años estudiar esta carrera era considerado como de segunda categoría y los alumnos más brillantes se decantaban por algunas ingenierías. Incluso, según reconocieron estos tres representantes de Valladolid, creaba algún tipo de conflicto con los padres que veían como alumnos muy brillantes iban a desperdiciar su talento en una carrera que sólo servía para dar clases en la Educación Secundaria.

Precisamente, ahora el porcentaje de titulados en matemáticas que se dedica a la docencia es muy bajo, hasta el punto de que faltan docentes de esta materia en los institutos y recurren a esas plazas ingenieros u otro tipo de titulados de ciencias, según señaló Javier de Frutos, en esta afirmación que suscribió el coordinador de Grado, Philippe Giménez.

Ahora, según añadió el vicerrector de Innovación de la Universidad de Salamanca, se puede dar el caso de un matemático que trabaja en un hospital, como es el caso de alguno de sus alumnos que estudia el impacto de las medicinas. A nadie se le habría ocurrido que un matemático trabajara en un hospital, remarcó Domínguez.

Todos destacan que hoy los matemáticos ocupan puestos de relevancia en sectores relacionados con el marketing, la investigación de mercados, las consultoras o las finanzas o el sector de las tecnologías de la información y la comunicación, entre otros. Es más, a los tres meses de salir de la facultad la mayoría ya está trabajando y ahora son las empresas las que acuden en su búsqueda antes de que concluyan los cuatro años de grado que, la mayoría de los alumnos, completa la formación en cinco años.

Equipos multidisciplinares

Y ¿por qué este boom? Porque los matemáticos se caracterizan por ser profesionales formados no sólo en los números sino que tienen gran capacidad de gestión, de trabajo en equipo y de análisis de problemas y la resolución de los mismos. Hoy las empresas necesitan equipos multidisciplinares, según señala Javier de Frutos, afirmación en la que coincide con el vicerrector salmantino.

El responsable del Grado en Valladolid, Philippe Giménez, que llegó a España para realizar su postdoctorado hace 20 años y ya se quedó en la capital del Pisuerga en el departamento de Álgebra, señaló que el problema que tienen muchas personas con las matemáticas es que en el momento que se produce una carencia o no se entiende una parte de las mismas no se puede comprender el siguiente paso, por lo que se estancan.

Por ello, es muy importante la base de la Educación Primaria, donde a juicio de estos expertos, se encuentran las principales carencias y donde, en algunas ocasiones, los traumas de los maestros con las matemáticas se trasladan al alumno. No ocurre esto en Secundaria con quienes, aunque hay comunicación, esta debería potenciarse, señala Giménez.

Para el presidente de la Sección se ha de trabajar en estas etapas previas a la Universidad más en la resolución de problemas y no tanto en los ejercicios repetitivos, lo que se conoce como las cuentas. Precisamente, este es uno de los problemas con los que se encuentran con los alumnos que llegan a la Universidad, que son buenos en los ejercicios pero les cuesta bastante más la resolución de problemas.

Las matemáticas se basan en razonar, ver de dónde sale el problema y resolverlo. Esa es la cocina del matemático. No obstante, añadió el responsable de Grado el nivel de los alumnos que llegan a la universidad es bueno pero han aprendido con un método distinto.

En cuanto al perfil del estudiante todos destacaron en que son alumnos normales y donde tampoco hay diferencias entre hombres y mujeres ya que son unos estudios en los que el porcentaje de sexos es bastante equilibrado. Eso sí, como las matemáticas son una cuestión de comprensión, es un clásico que los alumnos lleguen a la universidad sin estudiar demasiado y les ha ido bien pro cuando comienzan el grado tienen que aprender a razonar. Tanto es así que se producen abandonos, aunque estos son los mínimos. Por ejemplo, este año en Valladolid no se ha producido ninguno y el 60 por ciento termina a los cuatro años.

Respecto a la nota tan alta de acceso, se justifica en que son carreras muy difíciles que no todo el mundo las puede sacar, añadió Javier de Frutos. Por ejemplo, en el doble grado Matemáticas y Física en Valladolid hay diez plazas, mientras que en la Complutense de Madrid son 25. Una titulación que, según Javier de Frutos, está de moda aunque es una carrera muy exigente y dura y la mayoría se dedican después a la investigación.

Y ¿para qué sirven las matemáticas en la vida normal? Para que no te engañen, espeta Javier, quien reconoce que sirve para entender las estadísticas, por ejemplo, a las que aluden políticos o medios de comunicación o a firmar bien hipotecas, uno de los grandes de males de los últimos tiempos. No es necesario ser matemático para firmar una hipoteca pero ayuda, sostiene.

Al margen de esto ayudan también a convivir con el entorno, como añade Philippe, quien subraya que hay estudios en Estados Unidos sobre las profesiones donde sus trabajadores son más felices y, entre ellas, destacan los matemáticos. Cuando las pierdes el miedo las matemáticas son muy bonitas, reconoce Philippe Giménez, quien añade que dar clases de ello es divertido y gratificante.

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