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Una cosechadora en un campo de trigo.
La Comunidad gana 35.000 hectáreas de regadío desde 2006, pero las opas piden viabilidad ante sequías

La Comunidad gana 35.000 hectáreas de regadío desde 2006, pero las opas piden viabilidad ante sequías

La superficie regable dedicada a cereales se incrementó en 27.638 hectáreas, mientras que la remolacha perdió más de 23.000

ical

Domingo, 28 de mayo 2017, 13:50

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La agricultura de Castilla y León incrementó la superficie de regadío en algo más de 35.000 hectáreas en la última década, al pasar de las 394.482 que se contabilizaban en 2006 a las 429.680 del pasado año (+8,9 por ciento), según los datos recogidos en las encuestas de superficie que elabora el Ministerio de Agricultura.

A pesar de este subida, las organizaciones agrarias coinciden en destacar que se trata de un incremento insuficiente, ya que el regadío es la única forma de garantizar la viabilidad del sector ante sequías como la actual y, sobre todo, de garantizar la rentabilidad de las explotaciones y del sector a largo plazo.

El presidente de Asaja Castilla y León, Donaciano Dujo, criticó la poca ambición de las administraciones a la hora de apostar por inversiones que son sinónimo de riqueza y empleo, y aseguró que mientras en el conjunto de España la superficie de regadío supone el 20 por ciento del total de las explotaciones agrarias, este porcentaje en Castilla y León ronda el 14 por ciento.

A su vez, Dujo también se refirió al regadío como la mejor política de desarrollo rural que existe y recalcó que es la herramienta más eficaz para incrementar la incorporación de los jóvenes al campo.

Más drástico fue el coordinador regional de la Unión de Pequeños Campesinos (UCCL), Jesús Manuel González Palacín, que aseguró que el regadío es el único futuro de la agricultura de la Comunidad. En este sentido, argumentó que con producciones medias de cereal en secano que en Castilla y León se sitúan entre 2.500 y 3000 kilos, y con unos costes de producción como los actuales, «años tan drásticos como éste pueden suponer la puntilla para muchas explotaciones».

A su vez, González Palacín resaltó que en la Comunidad, a pesar de contar con recursos hídricos suficientes, faltan embalses para poder realizar un mejor aprovechamiento y evitar situaciones como las que este año se están sufriendo los regantes de la provincia de Palencia.

«El regadío es riqueza, es gente joven en los pueblos, es vida. La diferencia con el secano es abismal y es el único seguro y el único camino que tiene nuestra agricultura para competir a nivel internacional», sentenció.

Mientras tanto, el secretario regional de UPA, Aurelio González, también insistió en que el futuro de la agricultura pasa por el regadío, y recalcó que además de acelerar el ritmo de crecimiento de la superficie regable, es necesario hacer un esfuerzo en la modernización de los actuales y de arbitrar cambios en las tarifas eléctricas.

A su vez, González argumentó que comunidades autónomas con menos recursos hídricos cuentan con mayor superficie de regadío que Castilla y León, y también denunció que la falta de infraestructuras de almacenaje provocan restricciones como la que este año sufrirán muchos agricultores de Palencia.

Cultivos

Por cultivos, la mayor variación se produjo en los cereales, que vieron incrementada su superficie en 27.638 hectáreas. No obstante, mientras el trigo duplicó superficie, al pasar de 37.632 hectáreas a más de 72.000 (+106,6 por ciento), en cebada se redujo un 17,6 por ciento, hasta algo más de 46.000. Por su parte, el maíz también registró un descenso, aunque en este caso sólo fue del 2,9 por ciento, hasta las 118.924 hectáreas.

Como consecuencia del descenso de cuota, la remolacha fue el cultivo que experimentó un mayor recorte en el número de hectáreas, al perder más de 23.000 (-51,2 por ciento). Así, la pasada campaña se sembraron en la Comunidad poco más de 22.000 hectáreas. Por su parte, el otro gran cultivo industrial de Castilla y León, el girasol, ganó en esta década más de 8.500 hectáreas (+55,4 por ciento).

Después del cereal, el cultivo que más superficie de regadío ganó fue el viñedo, con 6.821 hectáreas, hasta las 19.947, mientras que porcentualmente la mayor subida la experimentaron los frutales, con un 156,5 por ciento, 3.618 hectáreas más. Las leguminosas ganaron 4.524 hectáreas, hasta las 10.179 y los forrajes perdieron 5.800, descendiendo hasta las 45.880.

Ministerio

La propia ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, destacaba hace unos días en Valladolid, con motivo de la firma de un convenio con la Consejería de Agricultura para invertirán 200 millones de euros en la modernización de 30.000 hectáreas de regadío de la Comunidad, la importancia de estas inversiones la hora de fijar población en el medio rural y mejorar la competitividad del sector.

García Tejerina calificó el regadío como «fuente de riqueza fundamental», ya que mejora la competitividad, permite una diversificación de productos y contribuye a un medio rural «vivo». Además, también resaltó que es un elemento clave para luchar contra el cambio climático al mejorar la eficiencia energética y la «forma de afrontar el futuro con más garantías». «No podemos intervenir en los precios de los mercados, pero sí lo podemos mejorar la rentabilidad de las explotaciones reduciendo los costes de producción», explicó.

Además, en el mismo acto, la consejera de Agricultura, Milagros Marcos, reconocía que las modernizaciones de regadío que se llevan a cabo en Castilla y León suponen un atractivo para los jóvenes, ya que el número de incorporaciones de esta franja de edad es un 80 por ciento superior al que se da en zonas de regadío no modernizadas.

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