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Galería minera en el paraje natural de Corta da Ribeirinha .

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Galería minera en el paraje natural de Corta da Ribeirinha . Rubén Cacho

Patrimonio transfronterizo

Tresminas y Las Médulas presentan una candidatura conjunta como Patrimonio de la Humanidad de la Unesco

VÍCTOR AMOR

Sábado, 28 de abril 2018, 12:11

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El complejo minero de época romana de Tresminas, en el municipio de Vila de Pouca (Portugal), aspira a convertirse en Patrimonio Mundial de la Unesco, con el apoyo de otra de las explotaciones peninsulares que evidencian el legado clásico: Las Médulas. Esta sinergia, que bien pudiera constituir una lección sobre la ingeniería de extracción de minerales en la Roma de Occidente, da cuenta de que la herencia del pasado, reorientada como motor de desarrollo sociocultural, puede eliminar las fronteras administrativas entre los dos países. Por el momento, el yacimiento luso avanza en su declaración como Parque Arqueológico para salvaguardar su potencial ambiental y cultural.

El objetivo de esta alianza hispanolusa es potenciar aún más la candidatura de esta zona como Patrimonio de la Unesco y, por ello, se ha forjado una colaboración institucional entre instituciones públicas y privadas de los dos países. Por un lado, trabajan la dirección de Patrimonio de la Junta y la direçao de Cultura del Norte de Portugal, respaldando el objetivo de este municipio y de la Fundación Las Médulas. Todo ello, bajo el paraguas de apoyo de Iberdrola que está potenciando la candidatura con más de 1,8 millones de euros que están siendo destinados a la puesta en valor, la gestión y la museización de esta zona para convertirlo en un aliciente cultural, económico y social.

La intención de todas ellas es dar valor al territorio y convertirlo en una herramienta de desarrollo que contribuya a fijar población y que «consigamos la generación de Economía a nivel local», explican desde la Cámara Municipal de Vila de Pouca, donde consideran que es fundamental el trabajo en común entre Tresminas y el yacimiento leonés para potenciar la promoción de la zona, preservarla y convertirla en uno de los motores comarcales.

Con ello, Portugal, al igual que sucediera en 1997 con Las Médulas, quiere evidenciar la importancia del yacimiento porque «es uno de los mejores ejemplos de mina romana nacional e internacionalmente», destaca la direçao de Cultura del Norte, donde ahondan en que las visitas a estas dos herencias romanas son complementarias, por su carácter e importancia.

El oro de la moneda del Imperio

Tresminas es fruto de la explotación hecha por Roma del mineral, labores de extracción durante más de 250 que han dejado lo que hoy se puede ver en una visita que aúna cultura y naturaleza. Más de 250 años de extracción de oro, que era destinado directamente a la capital imperial para, fundamentalmente, la acuñación del áureo, una de las monedas oficiales.

La impronta que la actividad romana dejó en Vila da Pouca se evidencia en los filones de Trasminas, Gralheria y Campo de Jales, siendo unas de las mayores explotaciones auríferas del Imperio romano, principalmente en cielo abierto, aunque también consta de siete galerías que servían para la extraer el mineral y la canalización hídrica de la mina, entre las que destaca la de Alargamentos. Hay que reseñar que, después de su abandono en el siglo III d.C. la explotación intentó ser reabierta en varias ocasiones en los años 50, aunque las empresas que recibieron la concesión abandonaron los proyectos dada la baja cantidad de mineral que había y la costosa extracción.

Proceso de puesta en valor

Tresminas trabaja ahora en su puesta de largo para hacerse «más visitable» con el objetivo de publicitar la zona ya que, «antes no era turístico». Así, se va a proceder a la adecuación de las galerías para facilitar que sea visitable y contribuir que su consolidación como un recurso en ese sentido y en el desarrollo económico de un impulso a su recién anunciada candidatura para ser Patriomonio Mundial de la Unesco, apunta la responsable de Socioeconomía y Medio Ambiente del proyecto.

En este proceso, la Cámara Municipa de Vila do Pouco cuenta con el apoyo de Iberdrola que invertirá 1,84 millones de euros en esta revalorización de Tresminas y dentro del compromiso de la eléctrica de «contribuir al desarrollo económico, social y cultural de las comunidades donde trabajamos».

Todo ello, en el marco de las acciones de compensación de uno del proyecto europeo hidroeléctrico llevado a cabo en Europa en el último cuarto de siglo, la construcción en el río Támega de un gran complejo hidroeléctrico que conlleva la construcción de tres presas y que culminará en 2023 con la puesta en funcionamiento de estas instalaciones que se prevé que produzcan 1.760 giga watios anuales. En la actualidad, su construcción está empleando a más de 1.500 personas, medio millar de ellas de esta comarca portuguesa, concluye el responsable del proyecto, José María Otero.

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