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La 'cruz cercenada' vuelve a marcar el recorrido del Camino Olvidado por el Bierzo Alto.
Al paso de la 'cruz cercenada'

Al paso de la 'cruz cercenada'

El Camino Olvidado, antiguo recorrido hacia Compostela por el Bierzo Alto, recupera uno de sus hitos, la cruz marcada por la espada de Almanzor en el año 997 y donde los peregrinos dejaban su piedras

vanessa silván

Lunes, 2 de mayo 2016, 20:45

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El Camino Olvidado -también llamado Viejo Camino de Santiago y Camino de la Montaña- es unos históricos caminos de peregrinación hacía Santiago de Compostela, que se adentra en el Bierzo a través del pueblo de Colinas del Campo del Martín Moro Toledano y que tenía una 'cruz cercenada' como uno de sus hitos. Una señal en este recorrido que desapareció en el tiempo y que ahora el municipio de Igüeña recupera en una de sus acciones para poner en valor esta ruta, que se extiende a lo largo de 637 kilómetros desde Bilbao a Cacabelos, donde se une al trazado del Camino francés.

Son varias las referencias existentes sobre esta cruz, orales y escritas, que se dice fue marcada por las huestes de Almanzor, similar a la Cruz de Ferro de Foncebadón y ubicada en un lugar que la tradición le ha dado el nombre de 'Cercenada' en Quintana de Fuseros. En 2005, en documentos pedidos a Madrid para temas de deslindes, aparece un mapa de 1925 con la inscripción de 'La Cercenada', en el paraje denominada Valdeaceite, que divide las jurisdicciones de Quintana de Fuseros, Igüeña y Noceda, explica el concejal del Ayuntamiento de Igüeña, Isidro Álvarez.

Álvarez recuerda que hace años, siendo él pedáneo de Quintana, el estudioso Ovidio Molinero ya le propuso la reposición de esa 'cruz cercenada', a la que el propio moro Almanzor habría cortado un brazo en el año 997 y que estaba en el trazado de ese antiguo Camino de Santiago. Y es que se cuenta que el Abad Gundiselmo, en el 902, durante su peregrinación con Leodegundia, princesa de Asturias y reina de Navarra, ya hace referencia a la 'Cruz alta' en una carta al obispo de León, San Froilán. Los peregrinos colocaron piedras en señal de recuerdo, como 'amentu', y vinieron otros peregrinos que venían por el camino romano (Brañuelas, Almagarinos) y durmieron en la villa del Taurom, en el monasterio (de Quintana), cuenta.

El recuerdo de Camino Olvidado empieza a despertar con más fuerza después de la visitan que realizan, en 2012, varios caminante que vienen desde el Bilbao, siguiendo ese recorrido que se adentra en el Bierzo desde la zona de la Omaña, desde el pueblo de Fasgar, en un recorrido que sube hasta Campo de Santiago, para bajar después hacia Colinas del Campo del Martín Moro Toledano, dejando a la derecha al pico Catoute. Los pasos de los peregrinos siguen entonces el río Boeza hasta Igüeña y, desde ese punto, cambian de valle para continuar por Quintana, San Justo de Cabanillas, Labaniego, Arlanza, Losada, Rodanillo, Cobrana y Congosto. Un trazado de debió usarse por seguridad, para evitar las contiendas y las guerras con los moros, más al sur.

El despertar del Camino Olvidado

El Bierzo Alto quiere recuperar este camino y, poco a poco, se van dando pasos para su puesta en valor, gracias a la colaboración entre los ayuntamientos por los que pasa y la Asociación de Turismo y Desarrollo del Bierzo Alto (Atudebial). En los últimos meses se ha procedido a su señalización, mientras Igüeña ya tiene también proyectado la construcción de un albergue y, ahora, se recupera también la imagen de esa 'cruz cercenada', para que continúe siendo un hito en este olvidado recorrido.

El alcalde de Igüeña, Alider Presa, y el presidente de Atudebial, Andrés Torrente, se han tomado en serio la importancia que esta ruta puede tener para la revitalización de estos pueblos y por eso hemos recuperado también volver a colocar la Cruz alta o Cercenada, cuenta Isidro Álvarez, que explica que, aunque inicialmente pensaron hacerla en madera de castaño, finalmente optaron levantarla en metal por temor al vandalismo.

Un vecino del municipio, Julio Crespo, fue el encargado de hacerla, sin cercenarla del todo, con la idea de visualizar el corte de la espada de Almanzor. Con otro concejal, Luis Puente, Julio y dos obrero municipales la levantamos el pasado viernes, para que los peregrinos que anden el Camino Olvidado puedan dejar aquí sus piedras 'amentu', en el paraje que lleva su nombre, La Cercenada, entre Igüeña y Quintana, concluye Álvarez.

"En las cercanías de Quintana de Fuseros figuraba el símbolo y divisa de este viejo Camino,  la Cruz Cercenada, también denominada 'Cruz Alta', que colocada sobre un cúmulo de piedras, señalizaba un importante cruce de caminos -el camino astur (Monte de Mercurio romano) y el que provenía de Igüeña-. La Cruz de Fierro, erigida a orillas de la nueva ruta (Camino Francés), no es sino copia equivalente de la Cruz Cercenada", defiende Jacinto Prada en su artículo 'Un viejo Camino que quiere salir del olvido'.

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